La temperatura en el trabajo no es cuestión trivial, y menos en pleno temporal de frío como el que vive la Comunidad estos días. Los expertos consultados fijan entre los 21 y los 23 grados la temperatura idónea en invierno en espacios cerrados, algo que no siempre se cumple en los diferentes entornos laborales de la ciudad y que, según advierten médicos y fisioterapeutas, puede provocar situaciones de "estrés térmico".

"Con el frío es más fácil que se adopten malas posturas y el mantenimiento de estas provoca sobrecargas musculares que se producen también como consecuencia del fuerte contraste de temperaturas", explica la fisioterapeuta Yolanda Marcén, vicepresidenta del Colegio de Fisioterapeutas de Aragón.

Con ayuda de un termómetro facilitado por la Aemet, Heraldo.es ha comprobado las temperaturas registradas esta semana en diversos lugares de la capital aragonesa, empezando por el transporte público. Así, tanto en el tranvía como en varias líneas de autobuses urbanos de Zaragoza las temperaturas esta semana apenas superaban los 15 grados. Una situación similar a la que viven en el colegio público Hermanos Argensola de Monzalbarba, donde a pesar de tener también la calefacción en marcha las temperaturas oscilaban este jueves entre los 11 y los 15º.

Paradójicamente, en los pasillos de la sede del departamento de Educación parece verano en pleno invierno, pues el termómetro registró este viernes temperaturas de hasta 27 grados en algunas zonas del edificio. Una situación térmica que infringe la normativa del Ministerio de Industria, que establece que "en los recintos calefactados esta no podrá superar los 21 grados centígrados".

Además del perjuicio que esto ocasiona para el gasto energético, desde el Colegio de Médicos advierten de que este "excesivo calor" que se registra en algunas oficinas y entornos laborales en invierno puede causar afecciones a la salud que se convierten en motivo de visita a las consultas de atención primaria. 

"Tanto por encima de los 23 grados como por debajo de los 17 se pueden dar situaciones de estrés térmico y el trabajador puede sufrir desde dolores de cabeza por contracturas en la musculatura occipital a mareos o bajadas de tensión", precisa la doctora Belén Lomba, vicepresidenta del Colegio de Médicos, quien explica que estos días es "más frecuente" ver en consulta afecciones cervicales y lumbares, como consecuencia también de la incidencia semanal de la gripe.

Para prevenir estas dolencias musculares, la fisioterapeuta Yolanda Marcén da algunos consejos prácticos. "La tendencia cuando nos duele algo es a no moverlo; y precisamente lo que hay que hacer es lo contrario. Con dedicar al menos un cuarto de hora al día a realizar estiramientos cervicales y lumbares y otro tanto a fortalecer la musculatura estaríamos ayudando mucho al organismo", concluye.

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