Por
  • Cartas al director

Cartas al director de HERALDO: ¡A ritmo de pura chacarera argentina!

Peteco, en el centro, rodeado de sus invitados del pasado viernes, procedentes de los grupos zaragozanos Amankay y Almagato.
¡A ritmo de pura chacarera argentina!
L.E.A.

¡A ritmo de pura chacarera argentina!

Sorpresivamente, el pasado viernes 26, a las 19.30, nos visitó en el Centro Cívico de Las Delicias, de la mano de la Asociación de Residentes Argentinos de Aragón, el grandioso folklorista santiagueño-argentino Peteco Carabajal. 

Padre y autor de la canción que lo aupó a lo más alto: ‘La estrella azul’, se presentó con un ramillete de verdaderas canciones gauchas que nos llegó al alma. Tuve la suerte de conseguir, en las horas postreras, unas entradas; estaban agotadas, pero gracias a la feliz gestión del presidente de la Asociación, don Leandro Piragini, en menos de una hora pude disponer de dos pases. Voy a confesar que, en mis largos 52 años residiendo en esta hermosa tierra que me acogió con cariño, nunca jamás antes había vivido un momento tan bonito y emotivo como el que nos ofreció Peteco con sus chacareras. La alegría y las lágrimas se mezclaron en mi corazón, aunque hubo algo que me impactó mucho y le di el valor que se merece: fue ver y vivir cómo un gran ramillete de aragoneses y hermanos españoles se involucraron no sólo bailando sino hasta cantando nuestras chacareras… Es la primera vez que nuestra propia cultura se hermana directamente en el corazón y sentir de los aragoneses, como nunca antes se había dado. Gracias a la película que cuenta la bonita historia de Mauricio Aznar, ‘La estrella azul’, una parte importante del norte de Argentina ha dejado caer la impronta de las grandes cosas que tenemos en aquel país. Y aragoneses y argentinos nos fundimos en un uno solo… ¡Y eso es grande, mucho grande!

Mario Domingo Berón Umar. ZARAGOZA

La alegría y el Evangelio

Frente a testimonios de personas e instituciones que han investigado a fondo los orígenes del cristianismo y a su fundador, Jesús de Nazareth, la Iglesia católica, transmisora, vía san Pedro y demás apóstoles y discípulos, del Evangelio –o Buena Noticia– y de su forzada imposición a los fieles, predicó desde el principio una versión seria, poco humana y afectuosa, de los hechos y dichos del Nazareno, en donde la risa abierta y franca y por supuesto la carcajada eran ofensas a Dios. El conocido investigador del fenómeno ovni Juan José Benítez, en sus libros del ‘Caballo de Troya’, da una versión de un Maestro divertido, sonriente y hasta bromista, que disfrutaba de la vida, salvo en su final de sangre y tormento cuando murió en una cruz. Pero su probable resurrección le devolvió alegría y esperanza en una vida sin fin, sin llanto ni dolor, para Él y sus seguidores. Si la vida es más fuerte que la muerte, debe ser una continua fiesta de celebración, el espíritu debe dirigir al cuerpo físico, no al revés, ya que sólo muere la carne, el alma es inmortal. Invito a los cristianos a celebrar sus liturgias y fiestas sin límites ni represiones, expresando todo lo que llevan dentro. La verdadera alegría es la cosa más seria que existe. Y el agradecimiento, la mejor respuesta a todo lo recibido. ¡Gracias, vida!

Miguel Bretón Vallejo. ZARAGOZA

España y la defensa

La ministra de Defensa, Margarita Robles, dice que «la amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente». Estoy totalmente de acuerdo, la guerra de Ucrania y el conflicto de Palestina pueden desestabilizar el débil equilibrio de la paz. Los responsables de defensa de países democráticos como EE. UU., Reino Unido e Israel tienen relación con organismos de defensa, ya sea por su relación con la inteligencia militar o por su paso por las fuerzas armadas, muchos con experiencia de guerra. En cambio, en España desde 1978 sólo hemos tenido un ministro de Defensa con esas características, el general Manuel Gutiérrez Mellado, el resto han sido políticos sin ninguna vinculación con la defensa, excepto Pedro Morenés, pero su gestión como ministro fue mediocre, y Federico Trillo, del cuerpo jurídico de la Armada, en el que estuvo escasamente cinco años. En mi opinión, en España, los militares, aunque escasos y mal pagados, sí están preparados para una guerra, pero sus dirigentes no. La actual ministra es magistrada, ¿tiene alguna preparación previa relacionada con la defensa? Ninguna. A ver si dejan de una vez el miedo a poner al frente del ejército a alguien que entienda de cuestiones militares y de defensa. Que se fijen en los países avanzados, ese debe ser su modelo.

Agustín Aznar Sánchez. ZARAGOZA

El año en que San Jorge se adelantó

Mari Paz, mi mujer, con cáncer terminal metastásico, entró en profunda crisis la mañana del pasado 18 de abril. Con el corazón roto, la mente como un laberinto, sentado al borde de su cama, marqué en mi móvil un número que se había convertido en familiar. La pantalla me devolvió unas siglas: ESAD (cuidados paliativos a domicilio). Era un número al que últimamente había llamado con frecuencia. Tras un breve intercambio de palabras me puse a la espera, a la vez que disminuía mi ansiedad. Sonó el timbre y la mañana se iluminó. En la puerta estaban tres jóvenes mujeres. Recorrieron rápidas el camino que ya les era habitual. Breves preguntas para hacerse cargo de la situación. Y la resolvieron. Derrochando profesionalidad, dulzura, cariño y empatía, la solucionaron. Construyendo una pasarela entre mi angustia y algo parecido a la calma, la arreglaron. Disminuyendo, con palabras, amabilidad y, evidentemente, fármacos, el estado de insoportable desazón en que estaba Mari Paz, la calmaron. Gestionando un cambio de escenario, beneficioso para los dos, me tranquilizaron. Fueron nuestro San Jorge adelantado. Mari Paz murió el 21 y fue enterrada el 23. El proceso total de la enfermedad ha durado algo más de dos años. Con sus altibajos. En él han alternado las ventanas de esperanza con los momentos de desesperación. Durante ése periodo San Jorge ha contado con todo un ejército. Porque en todo el trayecto nos hemos sentido acompañados por profesionales de la medicina. Mayoritariamente de la medicina pública. En ocasiones puntuales, también de la privada. En todos ellos, medicina y enfermería de cabecera, cirugía, oncología, radioterapia, cuidados paliativos y un posible etcétera, por si me olvido de alguien, hemos encontrado profesionalidad, comprensión y un torrente de empatía. A todos vosotros, Mari Paz y yo, os lo agradecemos profundamente.

José María Bayona Aldecoa. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es

(Puede consultar aquí todas las cartas al director publicadas en HERALDO)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión