Inmigración: Iniciativa ciudadana
Hace ya un año recibíamos una buena noticia cuando realizamos nuestro encuentro de Los Viernes en Silencio. La Junta Electoral Central daba por buenas las más de 500.000 firmas recogidas y validadas para pedir que vecinos, compañeros de trabajo, que no tienen papeles, puedan ser regularizados y vivir en igualdad de condiciones.
Era una iniciativa colectiva que ha aunado el esfuerzo de asociaciones de migrantes, colectivos sociales y entidades religiosas de diferentes confesiones en un objetivo común. La iniciativa legislativa popular se registró en la pasada legislatura en el Congreso de los Diputados y, como estas iniciativas no decaen, aunque se disuelvan las cámaras, esta semana se ha retomado su tramitación. La votación al cierre de la sesión dejó un respaldo mayoritario con 310 votos a favor y solo 33 en contra, los del grupo parlamentario de Vox.
Los promotores defienden la medida para garantizar el adecuado acceso a la justicia, a la salud, a la educación y a una vivienda digna. Y recuerdan que una de cada tres personas extranjeras está en riesgo de exclusión social severa, una proporción tres veces más alta que la de los nacionales. La irregularidad, además, deja al trabajador expuesto a la explotación.
Desde que se aprobó la Constitución, solo 12 de las 179 iniciativas presentadas (el 6,7%) terminaron su tramitación parlamentaria. La iniciativa legislativa popular presentada reclama una regularización extraordinaria de quienes ya viven y trabajan en España debido a que "los criterios de acceso a la residencia son altamente restrictivos y de muy difícil cumplimiento. Entre ellos hay familias con niños que no pueden acceder a la salud o a la educación. Se encuentran en una rueda de un sistema perverso que las mantiene en la extrema precariedad. La iniciativa recuerda el trabajo de las comunidades de migrantes en situación irregular durante la pandemia en sectores imprescindibles, como los cuidados, el reparto a domicilio o la recogida de fruta y verdura, cuando pagaron un altísimo precio en forma de contagios y muertes. Nuestra sociedad tiene una deuda de gratitud con uno de sus colectivos más vulnerabilizados", dice el texto.
Es una buena noticia que todos los diputados, con la única excepción de los 33 de la extrema derecha, voten juntos una propuesta legislativa, que además llega apoyada por casi 700.000 firmas de ciudadanos españoles Y lo es no solo porque supone un alivio en medio de una disputa permanente sino también por el rechazo a los argumentos de la extrema derecha. Su portavoz volvió, en contra de los datos oficiales, a vincular los delitos sexuales con la inmigración, además de asegurar que quieren "que España siga siendo España, no Marruecos ni Nigeria ni Senegal", como si eso fuera algo que estuviera en riesgo. Si bien no llegó, como lo ha hecho Donald Trump en un acto de campaña, a llamar "animales" a los inmigrantes que se encuentran ilegalmente en EE. UU. "Usaré la palabra animales porque es lo que son. No son humanos". Sus palabras son gravísimas por su violencia implícita. A los animales se los puede cazar y hay que tratarlos como lo que son. Trump ha usado una etiqueta deshumanizadora y divisiva en un país en el que los niveles de violencia son impresionantes.
Cuando el próximo viernes, en el Circulo del Silencio, escuchemos ‘No me llames extranjero’, del cantautor argentino Rafael Amor, que murió poco antes de la pandemia, nos sentiremos esperanzados al constatar que es posible en nuestro país el acuerdo y el consenso.
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