Generación Anita

'Cicatrices'
Generación Anita
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Ana Pérez Armisén, Anita siempre, nació en 1924 y representa una generación de españoles que forjaron la historia de un siglo imborrable en la memoria de este país. 

Una generación que, tras la gran crisis mundial de 1929, vivió el despertar de fuertes cambios sociales en Europa y el mundo; que vivió la Segunda República en España, la convulsión de ansias de desarrollo y la terrible Guerra Civil y su larga posguerra, de larga sombra y largo dolor. Una generación de supervivientes a muchos niveles que hicieron de la resistencia y el coraje por mirar hacia adelante un ejemplo de vida. Les tocó una época donde la mayoría de la población tenía más necesidad que abundancia, y trabajaron sin rendirse para prosperar y mejorar lo que les rodeaba. Nos transmitieron el afán de superación, la capacidad de adaptarse a los cambios rapídísimos de un siglo, la voluntad de seguir amando un país que querían ver desarrollarse y la capacidad de perdonar como forma de ayudar a crecer a una sociedad que merecía y quería vivir mejor y en paz.

Una generación que comprendió que la cultura y el estudio es progreso y la manera de hacer evolucionar a tu familia y tu sociedad; y sobre todo que luchó por la igualdad de derechos para las mujeres, queriendo para sus hijas la libertad y la independencia económica y que consiguieran acceder a la formación y al mundo del trabajo.

Vieron nacer la democracia y nos mostraron que el esfuerzo común es la forma de construir una convivencia más justa para todos. Una generación que nunca olvidó, e hizo de la memoria la referencia de lo que debe aprenderse para no repetir errores, pero no una excusa para el resentimiento ni el rencor ni el revanchismo ahondando en las heridas. Al filo de sus cien años, Anita nos brindó hasta el último día la sonrisa eterna de quien siempre miró al futuro con avidez y alegría, con el gozo de disfrutar de lo ya conseguido y con el cariño eterno que unió a su familia y que fue un modelo de bondad y fuerza que ha marcado toda una época. Gracias, querida tía Anita.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Magdalena Lasala en HERALDO)

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