Mazaléon ha conocido momentos muy difíciles en lo que constituye la base económica local, la agricultura. El virus sharka-m afectó a los melocotoneros de este municipio bajoaragonés, de cuya producción vive buena parte del pueblo. 

Los agricultores perdieron el 80% de las plantaciones de melocotón tras el arranque forzoso por este virus que afectaba a algunos árboles.

Además, las trombas de granizo y lluvias torrenciales, en julio y noviembre, dejaron a Mazaléon hundido. Los daños se tasaron en más de tres millones de euros, entre caminos y acequias, instalaciones municipales y explotaciones particulares. Se contaron casi 300 litros por metro cuadrado en pocas horas. Algunos campos desaparecieron literalmente ante la violenta crecida del río. Sumados ambos desastres hicieron que la Cooperativa local de San Isidro se viera abocada al cierre.

Los 140 socios agradecieron el apoyo del Ayuntamiento y de la Diputación Provincial de Teruel, que demostraron su sensibilidad con aportaciones que hicieron posible la viabilidad por un año de la Cooperativa. Con estas subvenciones se ayudó al arranque y reposición de los frutales y se ganó tiempo, a la espera de poder recuperar parte de la producción, si todo va bien, dentro de varios años.

Los vecinos, que sí mantuvieron contactos con el departamento de Presidencia de la DGA, se quejaron de la falta de empatía de los que eran responsables del departamento de Agricultura en el gobierno anterior. Llegaron a afirmar que "no habían mostrado ningún interés por la situación que vivieron". La Administración autonómica sacó una orden que obligaba a terminar con las parcelas donde la superficie infectada superaba el 10%. El malestar con la DGA se hizo todavía más patente cuando, después de toda esta pesadilla, la Comisión Europea declaró que el sharka-m era una enfermedad de convivencia y que no procedía arrancar plantaciones enteras.

El nuevo consejero de Agricultura manifestó su voluntad de anular la orden autonómica de arranque en todas las áreas de la Denominación de Origen Melocotón de Calanda donde apareciese esa enfermedad. Eso acaba de hacer y, a partir de ahora, se aplicarán medidas de vigilancia en las campañas sucesivas, con la colaboración de los agricultores, para ir reduciendo los ejemplares afectados que puedan aparecer. 

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