Junts presiona con la reunión
Junts per Catalunya presiona para que Pedro Sánchez se reúna ya con Carles Puigdemont, aunque siga siendo un prófugo de la Justicia, y no haya que esperar a que sea amnistiado por la ley que tramita el Congreso.
El líder del PSOE debe evitar este vergonzante encuentro porque antes que líder del segundo partido más votado en las últimas elecciones generales es el presidente del Gobierno de todos los españoles. La cita que reclaman los independentistas catalanes es totalmente inaceptable porque Puigdemont ha huido de la Policía y los jueces, porque se celebraría en torno a una mesa extraparlamentaria, porque el lugar sería en un país extranjero y porque el objetivo sería negociar una cuestión existencial para la soberanía nacional, como es un posible referéndum de autodeterminación. La obligación del Poder Ejecutivo, sea de este país o de cualquier otro sistema liberal, es evitar que la democracia se degrade desde el mismo corazón del poder.
Junts, por boca de su presidenta y de su secretario general, Laura Borràs y Jordi Turull, han dado por hecho que habrá reunión. Los postconvergentes aseguran que no buscan una mera fotografía, pero lo que ya han conseguido es que se hable más del propio encuentro en sí, que del contenido y de los objetivos. El Gobierno debe desmontar esta estrategia de los secesionistas. Por muy dependiente que sea el PSOE de Junts, ERC, Bildu y el PNV, no puede trasladar el eje de la vida pública española fuera del país, a espaldas de la ciudadanía y de las fuerzas de la oposición. Solo la debilidad del presidente explicaría que el Ejecutivo y los dos partidos que lo conforman aceptasen un humillante gesto de sumisión, más aún tras haber entregado al independentismo una amnistía inconstitucional y que ataca el principio de que todos los españoles somos iguales ante la ley.
