Declaración ignorada

Antonio Guterres, secretario general de la ONU
Antonio Guterres, secretario general de la ONU
Europa Press/Contacto/Eskinder Debebe/UN Photo

El domingo pasado se cumplió el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), proclamada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de Naciones Unidas. Declaración que, según dijo en Zaragoza el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, se trata posiblemente del acontecimiento histórico más relevante y una prueba fehaciente del progreso en la conciencia moral de la humanidad.

Los derechos humanos reconocidos en esta Declaración regulan el pleno respeto a la dignidad humana y son la base de la libertad, la justicia y la paz en el mundo. Al ser una norma universal se entiende obligatoria para todos los Estados. Su artículo 1 dice: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad de derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". Casi nada para lo que estamos viendo.

Ante tan importante conmemoración universal, el secretario general de la ONU, António Guterres, que está demostrando valentía, compromiso y responsabilidad con el cargo que ostenta, ha declarado: "Debemos mantenernos firmes ante el aumento de la intolerancia y construir un futuro de dignidad, seguridad, justicia y derechos humanos para todos". Su reciente apelación al artículo 99 de la Carta de Naciones Unidas, para llamar la atención del Consejo de Seguridad sobre el horror de Gaza, y para que se acordara en su seno un alto el fuego al ostentar dicho Consejo la responsabilidad primordial de mantener la paz y seguridad internacionales, no merecía el veto de EE. UU., actitud política de la Administración Biden que nada tiene que ver con el deber de respeto a los principios y valores fundamentales de convivencia de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

A día de hoy, pese a tener el mundo 75 años de un "texto milagroso", calificado así por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, lo cierto es que la violación estos días de su articulado es una atrocidad insoportable, que al menos cuenta con voces de denuncia y heroicas acciones humanitarias por parte de las más importantes organizaciones internacionales, entregadas en exclusiva a la defensa real de los derechos humanos, ignorados por muchos gobiernos.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Concha Roldán)

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