Las empresas en la COP-28

Las cumbres del clima ya no son solo una reunión de los casi 200 países del mundo para negociar los acuerdos climáticos. Hay muchos otros actores sociales y económicos; entre ellos, muchas empresas.

¿Por qué el sector privado es un agente activo en este encuentro? Los motivos son varios. Algunas empresas están porque saben que aquí se atisban las legislaciones de mañana. Si quieren anticiparse a las leyes, éste es un buen lugar para observar por dónde van a soplar los vientos regulatorios.

Quizás el interés de otras compañías es entender las oportunidades de financiación pública y privada que la mitigación y la adaptación climática comportan. El sector financiero ha reconocido que abordar los retos medioambientales mundiales, como el cambio climático, es clave para gestionar los riesgos empresariales y garantizar la rentabilidad de las inversiones a largo plazo. Aquí se anuncian fondos públicos. Aquí se anuncian fondos privados. Aquí se anuncian compromisos voluntarios que van a crear oportunidades de negocio. La necesidad de soluciones en la lucha contra el cambio climático es una oportunidad para que las empresas y los jóvenes emprendedores desarrollen nuevos productos y servicios y atiendan a nuevos mercados.

Hay corporaciones que están para conocer mejor los riesgos que puede tener su modelo de gestión. En tiempos inciertos, con crisis que se acumulan, el negocio que ha funcionado hasta ahora puede verse amenazado quizás por nuevas leyes, por cambios en la voluntad de los consumidores, por decisiones de los inversores o de las entidades financieras. Esas tendencias son muy observables en las cumbres del clima. Están presentes todos los actores y todos los países.

Y finalmente también hay un creciente número de empresas que quieren aportar el poder de los negocios para resolver la crisis climática, empresas que están convencidas de que en el mundo del siglo XXI las empresas egoístas no van a tener mucho futuro, empresas que creen que en un planeta enfermo no habrá empresas sanas, empresas que quieren crear valor compartido, para la propia empresa y para la sociedad… Hay organizaciones, además, que, dentro de este subconjunto, quieren encontrar socios en otros sectores (ONG, centros de investigación, administraciones públicas…) para construir alianzas y contribuir a los cambios sistémicos que necesita nuestra economía.

Toda la economía tiene que repensarse porque, como ha dicho el secretario general de Naciones Unidas, estamos librando una guerra suicida contra la naturaleza y tenemos que, al fin, construir una economía que haga las paces con ella. Felizmente, cada vez hay más compañías que quieren contribuir a esa gigantesca tarea. Una parte de ellas ha estado en Dubái participando en esta COP-28.

Las cumbres del clima se están convirtiendo en el encuentro anual de los actores políticos, económicos y sociales que están reseteando la economía mundial. La economía de ayer se va, la economía del mañana ya está aquí y el principal foro para entender esa transición, a nuestro entender, son precisamente las cumbres del clima.