Tarifas dinámicas

La última gran incidencia. Una avería obligó a cortar durante seis horas el tráfico en la línea de alta velocidad el pasado 19 de octubre y afectó a 54 trenes con miles de viajeros atrapados en las estaciones de Madrid, Guadalajara, Calatayud, Zaragoza, Lérida, Tarragona y Barcelona. El Adif la achacó al temporal de lluvia y viento.
Tarifas dinámicas
Guillermo Mestre

Se han puesto de moda. Y como los tiempos cambian que es una barbaridad y casi ya nada es como era antes, lo de viajar se ha complicado mucho. 

No sólo porque la Renfe esté fallando últimamente como una escopeta de feria o el Adif no funcione y los retrasos, a veces grandes retrasos, sean hoy el pan nuestro de cada día, sino porque a esa incertidumbre de llegar a tiempo se añade ese nuevo concepto del dinamismo de las tarifas, que quiere decir que nunca sabes lo que vas a pagar por un viaje porque de la noche a la mañana el billete que ayer estaba, por ejemplo, a 50 euros y no te decidiste a cogerlo, resulta que a las pocas horas vale 80. Y le preguntas a tu agente de viajes y te contesta con eso de que es que ahora las tarifas son ‘dinámicas’, lo que quiere decir que, en general, el dinamismo es siempre hacia arriba, o sea, hacia más caro. Y los avispados administradores de los ferrocarriles españoles han aplicado sin demora, ahora sí, la idea del dinamismo de las tarifas. Es la moda.

Viajar por España se ha puesto muy caro, los precios de los trenes y de los hoteles se han disparado

Seguramente se han apoyado en la inteligencia artificial, que ya conoce nuestros hábitos, deseos y propósitos, y aprovecha las circunstancias para ‘ajustar’, siempre al alza, los precios de los billetes. Vean lo que ocurre en estos días en que se incrementa la demanda de viajes, lo que ha llevado a unos precios desorbitados cuando no abusivos, justo en momentos en que muchos de los viajes se deben a razones familiares. ¡Si al menos los servicios de los trenes, la puntualidad, los espacios maleteros, los precios en el bar estuvieran a la altura de las tarifas! Pero estas cosas son también dinámicas, y esta vez hacia abajo, o sea, a peor.

Otro tanto ocurre con los hoteles, que han disparado también sus tarifas y condiciones y no hay modo de saber si mientras estás cursando una reserva por internet te están subiendo el precio en ese mismo momento, porque la inteligencia artificial que también maneja estos programas te ha visto cara de pardillo y se aprovecha de tu necesidad de alojamiento. ¿Se acuerdan de aquellas guías de hoteles que puso en marcha el ministro Fraga –y por favor, no me tachen de franquista– en las que aparecían todos los hoteles del país, con sus características completas, instalaciones, servicios, categoría y precios? Distinguían temporadas altas, bajas y medias, pero había una estabilidad y sabías lo que ibas a pagar. Y hay publicidad de hoteles en la que incluso te amenazan de forma unilateral de quedarse con tu dinero por cancelar una reserva, salvo que hayas aceptado un precio mayor para poder cancelar gratuitamente.

Y no solo eso, sino que con la moda de las tarifas ‘dinámicas’, que
pueden cambiar de un momento a otro, se confunde y despista al consumidor

En fin, que moverse por España hoy en día se ha puesto muy complicado y desde luego muy caro. Hay la impresión de que el sector de los viajes y hoteles está aprovechando la fuerte demanda existente para hacer el agosto todos los meses del año, y puede que sea consecuencia de las leyes económicas de la oferta y la demanda en relación con los precios. Pero no hay que olvidar que la avaricia rompe el saco. Que no hay que abusar ni adoptar actitudes prepotentes. Ni establecer con alegría y cachondeo esas tarifas ‘dinámicas’ que tanto nos cuesta entender.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por José Luis de Arce)

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