Cambiar la táctica

Moreno y Ribera visitan Doñana antes de firmar medidas para el Parque Nacional y su entorno
Moreno y Ribera visitan Doñana antes de firmar medidas para el Parque Nacional
E. P.

He consultado en el Diccionario de la Academia de la Lengua y en el María Moliner el significado de insulto, por si estaba confundida, ya que no hay día que desde la política se desaproveche la ocasión para utilizarlo en contra de los adversarios. 

Se recurre a él como si fuera lo propio para cumplir el deber contraído de mejorar la vida de los ciudadanos, cuando con palabras malsonantes e insultos tan frecuentes, solo dan lugar a espectáculos lamentables, especialmente en el Congreso y el Senado. Pero no, es lo que pensaba; insulto es la palabra o expresión que ofende o humilla a alguien, en estos casos a otro cargo, dirigente o representante político. Insulto que supera cada vez más las líneas rojas y que resulta insoportable a cualquier persona sensata ajena a ese clima tan desagradable, bronco e impropio.

Pues bien, ante tantas expresiones y gestos de pocos amigos y ante las cansinas faltas de respeto y descalificaciones, esta semana daba gusto ver a la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, pasear apaciblemente por Doñana, tras ponerse de acuerdo y firmar la pipa de la paz en aras de unir voluntades y hechos en la defensa de un bien superior, como es la protección de Doñana, de enorme valor ambiental y social.

Este es el camino de colaboración a seguir por dos administraciones con idearios distintos, como las del PP y del PSOE, ya que el diálogo y la necesidad de llegar a acuerdos permiten dejar a un lado las diferencias y priorizar los intereses generales; salvo que alguien prefiera seguir dando la nota con la táctica de la confrontación porque hoy le da votos, como podría ser Ayuso.

Veo difícil que mejore pronto el mal ambiente político, a pesar de ser mayoritario el deseo de la ciudadanía de que se acaben los desprecios, descalificaciones e insultos en la política, que tan mala imagen da también fuera de España con algunos asuntos de Estado al anteponerse en ocasiones los intereses de partido. Pese a la dificultad por los excesos verbales registrados, es necesario que el PSOE y el PP rebajen los enfrentamientos e inicien los contactos con el fin de crear un clima de diálogo y de mutuo respeto.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Concha Roldán)

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