La implantación de la jornada de 35 horas en el Salud, que implicará contratar a más personal, costará 24,7 millones en 2024. Se cumple así una de las medidas aprobadas en el documento para la mejora de la Sanidad de Aragón, que firmaron el pasado 28 de marzo el anterior gerente del Salud y los sindicatos, por el que se desconvocó la huelga prevista para ese mismo mes. 

Además, para afrontar los gastos en Educación comprometidos por el anterior gobierno, la Consejería ha solicitado una ampliación de crédito de 53,5 millones. La DGA refuerza así dos de los pilares del Estado del Bienestar, pero lo hace con un incremento de la deuda pública que deberemos pagar los ciudadanos. En un contexto europeo de previsibles ajustes presupuestarios, hay que tener presente que nada construye más confianza en lo público que administrarlo bien.

El Gobierno de Aragón aumenta el endeudamiento de la Comunidad para hacer frente a compromisos en Sanidad y Educación. Está claro que estos dos pilares del Estado del Bienestar deben ser una prioridad de todos los gobiernos porque fortalecen la cohesión social. No obstante, como las necesidades de la sociedad van a ir creciendo y el presupuesto de la Comunidad es limitado, es imprescindible que el concepto de eficiencia se aplique a rajatabla en la gestión global. La clave está en un uso eficaz de los mecanismos de autoevaluación, supervisión y control. El objetivo es lograr los resultados deseados con el mínimo posible de recursos. El éxito en este objetivo es la mejor defensa de la Administración pública.

Herramientas como un incremento de la calidad de las instituciones, una buena reforma administrativa y una mayor evaluación de las políticas públicas podrían mejorar el funcionamiento de nuestro Estado. Así se reforzaría un pacto social que tiene vocación de trascender generaciones.