Hay lugares donde la publicidad está hecha de antemano y no hace falta repetir la importancia de lo que se puede ver en esas zonas porque se apuesta sobre seguro. Aunque el turismo del otoño ofrece setas en los montes (que se pueden recoger si se tiene permiso) y árboles que ya han cambiado su color del verde hacia el amarillo y el marrón, hay lugares en los que se junta esa modificación con las ganas de hacer visitas guiadas para que a los ciudadanos les cuenten historias.

Tuve la suerte de acudir a Canfranc el pasado fin de semana para celebrar una festividad con unos amigos y mi pareja, y allí me quedé sorprendido. No solo porque vimos a Luz Gabás, que presentó su libro ‘Lejos de Luisiana’, que fue Premio Planeta 2022 junto a Rosario Raro, sino que comprobamos que las 104 habitaciones del Royal Hideaway Hotel estaban casi llenas entre turistas españoles y extranjeros (franceses, ingleses y alemanes). A mediados de noviembre había un colapso de visitantes para ver el vestíbulo del hotel donde se reconoce lo que fue esa estación tan idílica.

A las puertas de que llegue el invierno y las pistas de esquí del Pirineo aragonés se abran para los esquiadores, apenas ha quedado la nieve de la que cayó hace un par de semanas. El cambio climático está marcando 2023, el año más caluroso desde que quedan registros de las temperaturas (en 1961).

Espero que regrese el frío para volver a ver las nevadas y que se abran las pistas en diciembre; para ver cómo se recupera el tren turístico y cómo Canfranc es el destino de miles de viajeros. 

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