Bombas sobre niños
Si algo sobrecoge de lo que está sucediendo en Gaza es pensar en los niños y niñas que están muriendo bajo las bombas. Hay noches en las que es difícil conciliar el sueño, al pensar en tanto sufrimiento. Crecí con las historias de la Guerra Civil española que contaban mis abuelas.
Entre ellas, el bombardeo de nuestro pueblo era una de las terribles. Decían que mi tía Eusebia, a la que no llegué a conocer, no tenía miedo a morir porque estaba enferma y mientras los demás iban al sótano a refugiarse, ella miraba desde una ventana. Contó después cómo subían los aviones alemanes bombardeando por la calle Mayor y cómo ardía todo el pueblo.
Una publicación de las Fuerzas Armadas españolas sobre el Derecho Internacional Humanitario (DIH) afirma: "Al existir una gran probabilidad de que produzcan efectos indiscriminados y desproporcionados, las armas explosivas con una amplia zona de impacto no deben ser utilizadas en zonas densamente pobladas" (2022, p. 96). Antes del estallido en Israel-Palestina, un movimiento internacional llamaba la atención sobre las violaciones del DIH cuando las bombas caen sobre civiles. Recientemente, en una entrevista con la BBC, el presidente Macron ha adoptado su voz más firme como jefe de Estado y, tras condenar los ataques de Hamás, ha urgido a Israel a dejar de bombardear a mujeres y niños y a declarar un alto el fuego. Preguntado sobre si desearía que otros líderes, en Estados Unidos y Reino Unido, se unieran a este llamamiento ha contestado: "Espero que lo hagan".
