Una pantalla de obstáculos

Fotograma de Sound of Freedom con Jim Cazaviel
Fotograma de Sound of Freedom con Jim Cazaviel
Filmaffinity

Me acerqué a la película como suelo acercarme al cine, con escepticismo. Siempre he reconocido mi débito con el séptimo arte, al que en líneas generales admiro desde la distancia. Brecha cultural que de vez en cuando alivia el interés de mi compañía por alguna proyección concreta. 

Y los dos teníamos referencias a través del ‘boca a boca’, no de la crítica, de ‘Sound of Freedom’, avalada además por su impacto en Estados Unidos, por más que éste no sea mérito con el que me alinee.

Tenía interés por aproximarme a la interpretación de Jim Caviezel, malquerido, como ya le habían anunciado, tras su papel protagonista en ‘La Pasión de Cristo’, casi dos décadas atrás. El planteamiento, además, resultaba atractivo, por encima de las polémicas políticas que arrastraba y que supongo que la simpleza de mi raciocinio no ha sido capaz de reconocer en los perfiles de la obra.

Me atornillé al sillón sin palomitas, costumbre popular que no logra acomodarse entre mis hábitos, y fui desgastando las dos horas de largometraje de aquella historia real. Que conmueve y atrapa. Se adentra por el paraje oscuro de la esclavitud infantil con ánimo sexual y aporta el valor del empeño por luchar en defensa de esas criaturas llamadas a ser abandonados a su malaventura. Trama que hace visible lo invisible.

Supongo que guarda la industria cinematográfica argumentos para despegarse de la cinta; y los críticos más críticos, para esquivarla. Aunque a veces la estima no surge de aquellos argumentarios y se propaga a través de la ruta abierta por el aprecio de los propios espectadores. Territorio de expansión de la obra; lo que concede mayor mérito a sus valores.

Con el limitado crédito de mi sabiduría, disfruté de las interpretaciones y del desarrollo de la historia, y me sorprendí -o tal vez no- del sectarismo de quienes eligieron arrinconar el futuro del actor protagonista. La estela de la película y el reconocimiento de su audiencia más fiel cosecha el fruto de quienes se comprometieron en sacarla adelante. En ponerle voz a los sonidos de la libertad. En una pantalla repleta de obstáculos.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Miguel Gay)

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