Por
  • Mario San Miguel Amo

Un mes de la empresa familiar

El Mobility Museum de Zaragoza fue el escenario de la Jornada Empresa Familiar, que congregó a más de un centenar de empresarios
Jornada Empresa Familiar
Aránzazu Navarro

Dado que en los últimos tiempos estamos dedicando los años, los meses y los días a colectivos concretos… creo que hubiera sido perfectamente posible haber dedicado este pasado mes de septiembre a la empresa familiar.

Y asimismo se suele hacer muchas veces un juego de palabras que en el caso de las empresas familiares también es aplicable: ser una empresa familiar en Aragón no es algo especial, pero hay empresas familiares aragonesas que son especiales.

La primera afirmación es clara, pues la mayor parte de nuestras empresas son pymes (pequeñas y medianas empresas) y estas suelen ser familiares por naturaleza; pero, al tiempo, existen en nuestra Comunidad compañías que se han convertido en grandes grupos y que, sin embargo, mantienen ese carácter especial hoy en día.

Durante el pasado mes de septiembre, además de celebrarse la asamblea anual de AEFA, la entidad que agrupa a las empresas familiares de Aragón, hemos podido ver a través de las páginas de HERALDO cómo muchas de ellas han sido protagonistas de nuestra actualidad.

Unas empresas que destacan por unas características singulares; suelen ser centenarias, o al menos tener un largo recorrido, y, sobre todo, tienen una relación cercana con sus trabajadores y una implicación con el territorio que las vio nacer.

Su crecimiento no ha supuesto deslocalizaciones, y su expansión en otros territorios se ha realizado manteniendo su sede social en nuestra tierra.

Me llamó la atención la esquela (soy de los que siempre las leen) de quien fuera fundador y director general de Mann-Hummel, porque contenía un mensaje absolutamente cariñoso de trabajadores, directivos y accionistas, porque a éste lo acompañaba el logo de la compañía y en su conjunto rendía homenaje a alguien que llevaba décadas retirado de su actividad profesional. Una conversación posterior con un extrabajador me dio las claves de su ser y hacer y entendí las razones de aquella esquela tan singular.

En septiembre, Saica, y con ella las familias Balet y Aragüés han recibido el premio CEOE Aragón. Sus instalaciones del Picarral zaragozano o las de El Burgo de Ebro son, aunque impresionantes para cualquiera que las visite, nada más que la punta del iceberg de un grupo industrial presente en medio mundo, donde decenas de papeleras y cartoneras hacen de la Sociedad Anónima Industrias Celulosa Aragonesa un referente mundial en el ámbito del cartonaje.

También, en las mismas páginas de HERALDO, era entrevistado Fernando Gil Bayona, actual director general de Balay, nieto del fundador Esteban Bayona y cuya empresa BSH España acaba de ser reconocida por Randstad como "la mejor compañía para trabajar en la industria".

Las empresas familiares tienen un papel destacado en el desarrollo de la economía y de la sociedad aragonesas. Este mes de septiembre han mostrado su protagonismo

Igualmente en este rotativo, pudimos conocer la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad a la empresa Carreras Grupo Logístico, un grupo fundado hace noventa años, con sede en Zaragoza, que tiene cincuenta naves logísticas en España en una red de almacenaje de más de 600.000 metros cuadrados, una flota de mil vehículos y presencia exterior en Francia, en Italia y en Portugal.

Su presidente, Miguel Carreras, ha sido el encargado de recoger la máxima distinción de la capital aragonesa en estas fiestas del Pilar, como recogió en su día la Medalla Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio. Una medalla que el día 9 de noviembre recibirá Juan Calvo, presidente de Ágreda Automóvil, otra empresa de una familia (a la que considero como propia) que en 2027 cumplirá su primer siglo de historia y en la que, en ese camino hacia el centenario, trabajan ya juntas la segunda y tercera generación familiar. Mantienen su sede en Zaragoza, pero han ampliado su actividad en el transporte a nivel nacional de la mano de ALSA y se han instalado como emblema de Mercedes-Benz en Huesca, Lérida y recientemente en Madrid, con el mayor concesionario de España, gestionado hasta hace un año por la propia marca alemana de manera directa.

Por todo ello, sirva de homenaje este escrito para estas y todas las empresas familiares que mantienen el compromiso con su tierra.

Y sirva también, claro, para otra empresa, la que precisamente ha recogido estas informaciones: HERALDO DE ARAGÓN, que hace unas semanas celebró su 128 aniversario con la entrega de sus premios anuales y que, bajo la gestión de otra familia, los Yarza, ha dado fe del desarrollo de la economía, la política y la sociedad aragonesas desde su fundación como medio impreso y se ha convertido en la actualidad en un grupo empresarial de la comunicación multimedia, con presencia nacional y destacando de manera notable en otro sector, el tecnológico, con Hiberus.

Empresas que se mantienen con vida y crecen por el tesón y el esfuerzo de sus familias, siendo estandartes de nuestra economía.

Pero como indicaba al comenzar, la mayoría de las empresas familiares son pequeñas y medianas compañías que se merecen igual reconocimiento, porque, por ejemplo, han esperado hasta este mes de septiembre a que se declararan como zonas catastróficas los destrozos de las inundaciones del pasado mes de julio. Y fueron ellos directamente los que defendieron, literalmente con sangre, sudor y lágrimas, la viabilidad inmediata de sus negocios, como Azulejos Moncayo, de la familia Garrós, en Cuarte de Huerva o Adiego Hermanos en La Cartuja Baja.

Muchas veces caemos en la tentación de pensar en el empresariado únicamente como beneficiarios de la actividad de las compañías, pero quizá sirva analizar la actualidad de este pasado mes de septiembre para comprender que de esa vocación y de ese compromiso que han mostrado durante décadas ha dependido nuestro crecimiento como Comunidad a todos los niveles.

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