Nanjing Tech University

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Heraldo

Los orígenes de la Universidad Tecnológica de Nanjing (‘Nanjing Tech University’, ‘NJTech’) se remontan a 1902. Entonces se llamaba Escuela Normal de Sanjiang. Fue al final de la dinastía Qing, nueve años antes de la Revolución de Hsinhai de 1911 y de la subsiguiente instauración de la República de China. Después, en 1928, paso a ser la Universidad Nacional Central, más o menos al año de iniciarse la terrible y prolongada Guerra Civil China (1927-1949). 

Sin entrar en detalles, con la revolución comunista de 1949, la dictadura de Mao Zedong y la sucesión de tiranos, la institución experimentó distintas etapas hasta que el año 2001 se convirtió en lo que ahora es: una ‘universidad’ orientada a la tecnología y las ingenierías.

En su declaración institucional dicen que cuentan con 11 facultades, 28 escuelas y más de 38.000 estudiantes. Tienen siete centros de investigación postdoctoral, donde se ofertan 38 programas de doctorado, 112 programas de máster en disciplinas subordinadas y 101 programas de licenciatura que, como dicen, "comprenden 9 ramas de aprendizaje, ingeniería, ciencia, gestión, economía, artes liberales, derecho, medicina y arte". Hacen gala de su capacidad para cultivar talentos, captar fondos y crecer en los indicadores principales de los ránquines internacionales. Se consideran una universidad "profundamente global" y para ello destacan que han establecido vínculos "con más de 100 universidades e instituciones de alto nivel en más de 26 países y regiones del mundo" (entre ellas, la de Zaragoza). En su agenda definen como objetivo reforzar su "experiencia tradicional en la integración con las industrias y la innovación colaborativa para mejorar la capacidad y el nivel de servicio al desarrollo económico nacional y regional y emprender el nuevo viaje de construcción de una universidad empresarial de renombre mundial con características distintivas". Eso sí, no hay ni una sola mención a la promoción del pensamiento crítico, ni a otros asuntos importantes.

La Universidad Tecnológica de Nanjing, con la que mantiene relaciones la Universidad de Zaragoza, tiene líneas secretas de investigación en cuestiones de defensa.

Por ejemplo, no hay libertad académica, ni de cátedra, ni de investigación y de estudio. La defensa de los derechos humanos y las libertades públicas brilla por su ausencia. Tampoco constan "la creación, mantenimiento y crítica del saber mediante las actividades docente e investigadora en la ciencia, la cultura, la técnica y las artes". No parece que interese ‘el fomento y la difusión de la cultura, mediante el estímulo de la actividad intelectual en todos los ámbitos de la sociedad. Y mucho menos "el fomento de un marco de pensamiento en el que los derechos humanos, la solidaridad entre generaciones, el desarrollo sostenible y la paz sean objeto de investigación, formación y difusión en todos sus ámbitos". El desarrollo integral de la persona sirve si se adapta a la dictadura comunista de Xi Jinping y se pone al servicio del capitalismo autoritario donde los principios y valores democráticos brillan por su ausencia. Eso sí, se puede decir que es una institución de educación superior al servicio del gobierno de China, de sus élites y de su estrategia de expansión global.

No es cualquier cosa, porque la NJTech está clasificada como "de riesgo medio por su creciente implicación en la investigación en defensa", según el ASPI (Instituto Australiano de Política Estratégica). Los datos son que "cuenta con cuatro áreas designadas de investigación en defensa y credenciales de seguridad de nivel secreto, lo que le permite emprender proyectos clasificados de tecnología de defensa […] está ampliando su investigación de defensa en ciencia de materiales, química, ingeniería óptica e ingeniería de sistemas. En 2018, la universidad estableció un Instituto de Investigación de Desarrollo de Integración Militar-Civil para profundizar en su implementación de la ‘integración militar-civil’ […] cuenta con una Oficina Científica de la Industria de Defensa dentro de su Departamento Científico de Investigación. Esta oficina se encarga de la coordinación y la investigación de la universidad en materia de defensa. La Escuela de Ciencia e Ingeniería de Materiales ya ha trabajado en proyectos relacionados con la defensa".

Y no defiende los principios de libertad y democracia propios de Occidente

Quizá conviene preguntar si alguien vela para que sus invenciones y contratos de investigación se utilicen para "fomentar la paz y el desarme y para contribuir a la desaparición de las desigualdades sociales y económicas entre las personas y entre los pueblos". Parece que a algunos no les importa nada cumplir con sus propios principios. Salvo que sigan soñando con ser maoístas como de jovencitos. Dime con quién andas y te diré quién eres.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Chaime Marcuello)

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