Desnudos de principios

Hace ya mucho tiempo que cerró por última vez la puerta del aula después de dar clase. Aunque ha pasado un lustro desde que se jubiló, ha permanecido unida al colegio en el que desarrolló la mayor parte de su vida profesional. Allí acude una vez por semana para ordenar la biblioteca y seguir así en contacto con la savia nueva que crece en el centro. 

Como cada martes, una vez que ha depositado los libros rebeldes en su correspondiente estantería, le gusta echar un vistazo a los periódicos, tanto en su versión de papel como en la digital.

Una de las noticias le llama poderosamente la atención: la investigación abierta a varios menores por publicar fotos trucadas de compañeras del colegio "desnudas" utilizando una aplicación de inteligencia artificial. 

Le horroriza pensar que chicas de tan solo 11 años hayan sufrido la vejación de ver cómo se difunde su cara pegada a un cuerpo sin ropa. No entiende que haya chavales capaces de hacer un daño tan difícil de reparar. Su lectura de la prensa continúa y otro titular le obliga a leerlo dos veces, porque no da crédito: "Cuatro de cada diez jóvenes han participado en alguna pelea en los últimos seis meses". El mismo estudio advierte de que el deterioro de la salud mental de la población joven va en aumento.

Para rematar su repaso a los periódicos, otro dato estadístico le produce un escalofrío: en 2023 han sido asesinadas 47 mujeres, una menos que en todo 2022, y 46 menores han quedado huérfanos. La mujer se pregunta cómo es posible atajar una lacra de esa magnitud. Cómo contrarrestar la existencia de tantas personas despojadas de principios tan básicos como el respeto a la vida de los demás.