Un ‘lobby’ para el tren
Francia tiene que decidir el próximo año si afronta el coste de la reapertura del tren Canfranc-Bedous para recuperar el tráfico de mercancías y pasajeros. Esos 33 kilómetros se inauguraron en 1928 y se cerraron en 1970. Los tramos Pau-Oloron y Oloron-Bedous corrieron a cuenta de los presupuestos de la región de Nueva Aquitania, pero la conexión definitiva depende del Estado francés.
La visita del jefe de la SCNF (Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia), Jean Pierre Sarandu, en agosto a Canfranc, por invitación del presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset, sirvió para que se conozca en el Gobierno de Macron las posibilidades de esta conexión internacional.
Ante la demora que se lleva en el país vecino para afrontar ese último tramo, que necesita la aprobación por parte de los habitantes del valle del Aspe del estudio del túnel del Somport y del tramo definitivo, el encuentro que se produjo en Canfranc ha llevado a crear un ‘lobby’ de empresarios, asociaciones y políticos de los dos países para influir en el Gobierno francés.
Un canfranqués muy conocedor de la historia de su pueblo me cuenta que con este grupo van a intentar hacer llegar a Macron la necesidad de reabrir esta línea ferroviaria. Quieren incluso llegar a hablar con el presidente a través de algún personaje influyente relacionado con Aragón.
La exportación e importación de mercancías de empresas aragonesas por el Pirineo central supondría ampliar el futuro de nuestros nietos. Algún empresario ya me confesó que cambiar los camiones por el tren modificará nuestra economía y podríamos adelantarnos a ese salto. Espero que lleguemos a tiempo.
