A vueltas con las fotos
Recorría aún de madrugada las apenas recién puestas calles de la ciudad el lunes siguiente a los escrutinios electorales. En mi peregrinaje adormilado, me entretuve en revisar las miradas todavía colgadas en carteles de los solicitantes de mi voto.
Se me estampaban sin aparente sentido, fuera de contexto, alejados ya de esa nueva realidad heredada de la noche electoral, vivida en las sedes y contada por las televisiones según el color del cristal con que se quiera mirar.
Imágenes cortadas todas por el mismo patrón; cuyo parecido con la realidad tal vez no resultara coincidencia. Pero casi. El desgaste de una campaña agotadora ha pasado factura hasta ajar la frescura de aquellas primeras fotografías. Esas que llevaban ya más de dos semanas suplicándome con su sonrisa, intentando cautivarme con la falsa confianza de sus perfiles retocados.
Intenté situarlos en los rostros desencajados del desenlace electoral, en los que no existe el equilibrio ni la compostura: o el exceso de la estampa exultante o el boceto de la frustración. Seguramente porque hay demasiado en juego; porque se entremezclan las aspiraciones y las expectativas, y es complicado atinar a encontrar el orden que ofrece el paso del tiempo y la mirada de la perspectiva.
Ni siquiera había dado tiempo a empezar a retirar los carteles, algunos rasgados apenas recién colocados, zarandeados por el aire. Soportes de propaganda en busca de nuevas citas que en ese momento todavía no se intuían. Nadie pensaba entonces en la inmediatez de recuperar ese paisaje alargado de sonrisas y miradas cómplices. Que ese mismo día se sacó el presidente Pedro Sánchez de la manga. Arte de birlibirloque.
La extenuada maquinaria de los partidos se vuelve a poner en marcha para confeccionar las listas en las que muchos buscan encontrar un acomodo recién perdido. Y los exhaustos dirigentes suspiran por oxigenarse antes de volver a adentrarse por el oscuro túnel de una nueva campaña. Con una primera estación en el regreso a las fotos. Aunque también hay quien ha elegido la vía de decir adiós, de retirarse. ¿A tiempo?
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