Pensar en las víctimas

Pensar en las víctimas
Pensar en las víctimas
Pixabay

No puede dudarse de que la ley del ‘sólo sí es sí’ tenía como objetivo proteger a las mujeres. Pero está claro que esta ley ha provocado, desde su implantación en octubre de 2022, la reducción de penas de más de novecientos delincuentes sexuales y la salida de la cárcel de ya cien de ellos, muchos muy peligrosos y reincidentes.

El presidente del Gobierno admitió el 6 de febrero que hay un problema con esta ley; reconoció que "ha tenido efectos indeseados, y me quedo corto", y justificó que hay que resolverlo "haciendo lo que es de sentido común". Pero tras más de dos meses de esas palabras, la ley no sólo sigue vigente, sino que el rosario de reducciones de penas sigue creciendo igual que las excarcelaciones, y además son irreversibles. Todos los partidos dicen defender a las mujeres pero el problema con esta ley sigue sin corregirse, y parece que nadie piense en las víctimas que han sufrido agresiones, ni tampoco en las que van a seguir sufriendo junto a las agresiones, los efectos indeseados de la aplicación de esta ley.

Es incomprensible que el Gobierno, que nos tiene habituados a aprobar leyes por vía urgente, no haya acometido con inminencia esta reforma, que sí es verdaderamente primordial, y que la modificación que por fin propuso el PSOE se esté eternizando sin solucionar por los trámites parlamentarios y políticos. Y aún menos se entiende que los intereses de los partidos se pongan por delante del sentido común y de la protección a las mujeres, demorando la reforma porque hay partidos que no quieren que salga adelante con los votos del PP.

La alarma social que se suscitó al principio con tantas reducciones de penas, parece que se esté queriendo aliviar dejando de informar a los ciudadanos de las excarcelaciones y revisiones de condenas que siguen haciéndose diariamente, como si así pudiera esconderse el problema.

La intención a la hora de haber hecho esta ley no se discute; pero sí la soberbia del juego de intereses partidistas en no reformarla. Las víctimas sexuales y por terrorismo son víctimas que sufren tremendamente, y en este país es un colectivo que parece que esté olvidado. ¿A quién se va a pedir responsabilidades de los efectos irreversibles que siguen produciéndose porque esta ley sigue sin reformarse? 

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Magdalena Lasala)

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