Por
  • Ana Sanromán

Pedir más para hacer menos

Pedir más pedir menos
Pedir más para hacer menos
Heraldo

Nos encontramos en plena precampaña de las municipales en Zaragoza. Aquí, la candidata del PP, Natalia Chueca, recién venida de sus cursos de liderazgo, ha tenido la osadía de decir que los populares "llegaron al gobierno a poner orden en las cuentas". 

Les deben enseñar en la escuela del ‘business’ que lo importante no es el rigor, sino lanzar afirmaciones, por falsas que sean, para convertirlas en un mantra que, por arte de magia, vuelva las falacias verdad. Es bien sabido que la derecha, que se sabe vender muy bien, considera que sólo ellos pueden gestionar la economía, porque todos los demás somos un atajo de indocumentados, insolventes e incapaces.

En esta legislatura, los dirigentes del PP sólo han sabido quejarse de la falta de ayudas del Estado, a la par que se paseaban por Europa sin ningún pudor para boicotear esas mismas ayudas derivadas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, concedidas a España en un despliegue sólo comparable a nuestra entrada en la UE. El mecanismo europeo permite a nuestro país disponer de unos fondos que ascienden a 140.000 millones de euros. Para ser unos indocumentados, no está nada mal.

Como decía, el Sr. Azcón amenazaba con demandar a diestro y siniestro porque, según él, se discriminaba al Gobierno de Zaragoza por ser del PP. Mientras, clamaba por bajar los impuestos de los españoles y demandaba más financiación del Estado. Por supuesto, esa reclamación de bajar impuestos sólo podía ser referida para los más pudientes, porque los trabajadores y trabajadoras de clases medias y bajas han visto reducidos sus impuestos en IRPF y la ciudadanía, con independencia en este caso de su renta, ha visto bajar el IVA en productos de primera necesidad o en la electricidad. No obstante, es poco edificante para la inteligencia humana que alguien que clama para que le den más recursos desde el Estado pida al mismo tiempo que ese Estado, que somos todos, renuncie a sus ingresos.

Majaderías aparte, conviene desmontar algunas afirmaciones de la derecha, afanada en desprestigiar y ridiculizar la gestión de gobiernos progresistas. Esos mantras que, con datos objetivos, se convierten automáticamente en falacia autorrepetida.

Durante la legislatura de Azcón, desde el 2019 hasta el 2022, Zaragoza ha recibido fondos del Estado y de Aragón por valor de 1.261 millones de euros. A ellos hay que sumar los 52 millones de euros reconocidos en el ejercicio 2022 provenientes del Plan de Recuperación y los que vendrán en 2023 cuya cifra a fecha de hoy se desconoce. Esto quiere decir que bajo su mandato han recibido en torno a 280 millones más que en la legislatura anterior.

A pesar de este espaldarazo económico y durante ese mismo periodo, estos adalides de la excelencia, la eficacia y clase ‘business’, han dejado de ejecutar 253,7 millones del presupuesto. Piden más para hacer menos.

El Gobierno municipal del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza presume
de haber puesto ‘orden en las cuentas’, pero nada más lejos de la realidad. 

Sólo refiriéndonos al 2022, han dejado sin ejecutar 7,6 millones en Acción Social (en el 2021 más de 12 de millones). Ellos, que tan preocupados se mostraban por la inversión cuando ocupaban la bancada de la oposición, han dejado de ejecutar en cuatro años más de 128 millones de euros.

En materia de deuda municipal, en el periodo equivalente, el anterior equipo de gobierno de Zaragoza en Común redujo la deuda por debajo del 110%, el límite de enduedamiento establecido, amortizando 229,6 millones en préstamos, algo más de 4,5 millones de lo que ha conseguido reducirla el PP.

Durante el 2022, se hicieron cientos de modificaciones presupuestarias, la mayor parte de ellas justificadas por el aumento del suministro eléctrico. Pues bien, han cerrado el presupuesto con una falta de ejecución de estos gastos que asciende a 31 milllones de euros.

¿Y los ingresos? Nos venden la bajada de los impuestos municipales. Sin embargo, este año pasado se ha reconocido por IBI, el tributo más importante, 164,4 millones. Mientras que en el 2019 fueron 159,8. Pero si analizamos las tasas que afectan a todos los ciudadanos: agua, basuras, cementerio, multas… Se ha pasado de 120 millones en el 2019 a 133,8 en la actualidad. ¿De qué bajada estamos hablando? Ni orden en las cuentas ni bajada de impuestos. Mucho ‘bussiness’ y poca economía.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión