Por
  • Marina Sevilla

Sobre ‘miserias’ políticas

Sobre 'miserias' políticas
Sobre 'miserias' políticas
ISM

Dice el presidente de Aragón, Javier Lambán, que en la política aragonesa "se están utilizando las ‘miserias humanas’ de gentes de Ciudadanos y del PAR para dinamitar esos partidos que siempre han sido garantía de puente", para luego definir a Aragoneses, la nueva formación aragonesista liderada por Elena Allué escindida del Partido Aragonés, como el caballo de Troya que va a suponer la entrada de militantes de ese partido en las listas del PP.

¿Miserias humanas?, ¿en serio, señor Lambán? No es miseria ni flaqueza lo que encontrará en las personas fundadoras de Aragoneses, más al revés, en los corazones de nuestra debilidad solo latía la fuerza aragonesista, deseosa de salir. Y así emanó sin miedos, tanto en ese congreso denominado ‘del pucherazo’ y que perdimos por tan solo un 1%, como en la valentía posterior de las mujeres y hombres que decidieron dar por cerrada la más triste etapa del PAR para abrir otra llena de esperanza e higiene democrática en Aragoneses. No confunda como tristezas y frustraciones lo que es fortaleza en la defensa de la democracia, de la libertad y el aragonesismo.

¿Miserias? No maquille la realidad en sus discursos, dado que, de no haberse realizado fraude en el seno del PAR de Arturo Aliaga, de haber seguido la normalidad democrática, hoy Elena Allué de Baro sería la presidenta. No obvie que quienes hoy formamos Aragoneses fuimos privados de democracia, pero aun pobres de la solemnidad que merecíamos, no perdimos ni un gramo de dignidad. Por eso, por respeto a nosotros mismos, déjeme recordarle que también quienes hoy formamos parte de Aragoneses hemos sufrido sus miserias, entendidas como flaquezas políticas, pues usted ha sido juez y parte de las últimas andanzas del PAR de Arturo Aliaga, que paso a relatar.

Forma parte de sus debilidades intentar maquillar el abuso de poder político que se ha ejercido, desde las instituciones que usted lidera, contra personas que simplemente querían una hoja de ruta más aragonesista en el ejercicio de las responsabilidades políticas.

Forma parte de su presidencia en el Gobierno de Aragón, la miseria institucional de mantener como vicepresidente a un líder político sentenciado por cometer graves irregularidades, según sentencia judicial, en el congreso en el que salió reelegido.

Forma parte de sus debilidades políticas, ser copartícipe, junto a sus socios del cuatripartito, de acordar el cese de Elena Allué, como directora general de Turismo, y de Javier Callizo, como secretario general técnico, solo dos días después del congreso del PAR. Y no por sus inadecuadas gestiones gubernamentales, que sabe eran sobresalientes, sino por haber presentado una lista alternativa, democrática y legítima contra Arturo Aliaga López, amable, servil y comodísimo socio de su Gobierno. ¿Miserias? Piense en las suyas al llamar anciano, despectivamente, a quien usted le debe la presidencia de Aragón…

¿Miserias? Piense en las suyas, confiese si no estimulan desde el PSOE a los restos que quedan del aliaguismo a buscar fórmulas políticas, incluso alejadas del mismo PAR, para que de ese tándem Lambán-Aliaga no se muevan los votos del bloque de izquierdas.

¿Quiere que continúe, Sr. Lambán? Candidatura frustrada de los Juegos Olímpicos, Plan Hidrológico del Ebro, candidatura de la Agencia Espacial Española en Teruel, apoyo a la eliminación del delito de sedición… son solo anécdotas de sus debilidades políticas.

Aragoneses-Plataforma Aragonesista no es el caballo de Troya de nadie, sino
un proyecto en defensa de la democracia, la libertad y el aragonesismo

Así las cosas, escuche bien, señor presidente, desde Aragoneses-Plataforma Aragonesista haremos lo que consideremos oportuno. Sin complejos ni ataduras le reitero: haremos lo necesario, justo y posible para fortalecer un aragonesismo que debe centrar su hoja de ruta en alcanzar la prosperidad y mayores niveles de autogobierno, como tienen comunidades autónomas limítrofes, pero defendiendo la unidad de España y la Constitución, pues Aragón no perdió su identidad histórica por España para después dar la espalda a su propio hijo.

Y en ese camino de defender España y Aragón, hoy se antoja difícil tejer alianza con quienes se han dedicado a menoscabar el Estado de derecho de nuestro país a la vez que han ampliado la brecha de la desigualdad de Aragón respecto a otras comunidades, a la orden del tambor y chantaje de los socios independentistas. Todo ello, le recuerdo, con el voto a favor de sus diputados aragoneses en el Congreso. No hay maquillaje suficiente en el mundo para tapar lo evidente. Así las cosas, señor presidente, con ustedes, durante los últimos años, lo hecho con Aragón y el aragonesismo ha quedado escrito. Déjenos al menos, con Aragoneses, la libertad e ilusión de intentar escribir un futuro distinto, desde la lealtad a España y la dignificación de Aragón, que no puede quedar en el Estado autonómico como una mera reliquia histórica, sino como un territorio próspero en autogobierno en condiciones de igualdad respecto a otras comunidades autónomas. En ese camino aragonesista que, lamentablemente, su Gobierno dejó completamente en el olvido, siempre podremos volver a encontrarnos.

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