La guerra le sienta tan bien...

Putin interviene en un acto multitudinario en Moscú el miércoles 22 de febrero.
Putin interviene en un acto multitudinario en Moscú el miércoles 22 de febrero.
Mijaíl Metzel / Sputnik / Reuters

Es evidente que la ‘operación militar especial’ no le ha salido a Putin nada bien. 

Controla buena parte del este y el sur de Ucrania, pero el objetivo de someter el país por completo resulta ya imposible de alcanzar. Ahora bien, si en el campo de batalla las cosas le van mal, en casa, en cambio, en la propia Rusia, la guerra le ha servido al tirano del Kremlin para reforzar su posición. Con la excusa del patriotismo ha terminado de acallar todas las voces que intentaban, precariamente, oponerse a su poder. Quedan, es cierto, sectores críticos que se hacen escuchar, pero son los que le piden al Kremlin más guerra y más imperialismo, y no paz, democracia o libertad. La ‘historia’ que ha construido para justificar la guerra -una Rusia agredida por Occidente- parece haber calado entre la población y encuestas independientes señalan que la popularidad de Putin es ahora mayor que antes de la invasión. La economía está tocada, es cierto, pero con la ayuda de China y de las incoherencias occidentales se sostiene y por el momento no se ha producido una caída dramática del nivel de vida. Además, las sanciones le están sirviendo para meter en cintura a los oligarcas, los grandes empresarios con ínfulas de independencia, y para reforzar el control del Estado sobre el tejido productivo. En marzo del año que viene tocan elecciones presidenciales, y Putin, gracias a la reforma constitucional de 2020, puede volver a presentarse. Su posición tiene, desde luego, muchos puntos frágiles, porque gobernar cabalgando misiles es un ejercicio peligroso. Pero de momento, a Putin la guerra le está sentando tan bien que no ve motivo para pararla.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión