Restauración de la Mantería
La restauración de la iglesia de la Mantería en Zaragoza ya está viviendo su fase preliminar. Se han realizado diversos estudios y antes de que termine el año está previsto que se proceda al escaneo en 3D del interior del templo y el levantamiento de planos precisos, tarea que permitirá ir ‘monitorizando’ el edificio según avancen los trabajos. Las medidas de seguridad se han extremado puesto que son la principal preocupación después del colapso de una de las cúpulas en 2001. Lo principal ahora es que no haya parones ni retrasos en las tareas para recuperar lo antes posible el emblemático templo y sus pinturas en el corazón de la capital aragonesa.
La Mantería alberga uno de los conjuntos murales más notables de la capital aragonesa, obra de Claudio Coello. En su origen, las pinturas decoraban todas las paredes del templo, pero, con el tiempo, quedaron reducidas a las bóvedas y zonas superiores. La alerta por su mal estado la lanzó este periódico hace ya casi cinco décadas y, desde entonces, los intentos de restaurar este conjunto singular han sufrido diferentes percances, incluido un derrumbamiento parcial. Ahora, por fin, el Ministerio de Cultura, que en agosto pasado anunció que dedicará dos millones de euros, quiere asegurar la estabilidad estructural del conjunto arquitectónico para abordar después la conservación-restauración de las pinturas.
De forma paralela a la restauración, la DGA tiene que rubricar con la orden religiosa de las Escolapias un convenio para que se pueda intervenir en esta iglesia de Santo Tomás de Villanueva del antiguo convento de agustinos de la Mantería y para que se pueda abrir el templo al público con el objetivo de que se puedan contemplar las pinturas y se organicen allí algunos actos culturales. Todos los ciudadanos debemos alegrarnos de que el abandono no haya conseguido derrotar a Claudio Coello y sus pinceles.
