Vive Aragón un momento interesante en lo que a nuevos proyectos empresariales se refiere. A las grandes iniciativas anunciadas antes del inicio de la pandemia, como las de Amazon en varios emplazamientos o la de Bon Àrea en Épila –que no solo no se han parado sino que en algún caso se ha acelerado–, se han sumado otras potentes como las de Becton Dickinson en Zaragoza o Certest Biotech en San Mateo de Gállego, mientras siguen siendo muchas las compañías interesadas en la posibilidad de desarrollar sus proyectos en polígonos de la región o ampliar los negocios que ya tienen aquí.

Ante este escenario, al que está respondiendo con la ampliación de nuevos espacios y la promoción de más suelo industrial, Javier Lambán y su equipo en el Gobierno de Aragón ven un futuro económico para la Comunidad extraordinario, hasta el punto de proclamar que conseguir el pleno empleo es un reto al alcance en el año 2024.

En el listado de propuestas planteadas por Lambán para poner en marcha para lo que queda de legislatura, anunciadas en noviembre pasado en el debate sobre el estado de la Comunidad, la segunda de ellas se centraba en promover más la colaboración público-privada para impulsar proyectos que permitan que en Aragón se logre el pleno empleo en 2024. Teniendo en cuenta que la tasa de paro de la región está en el entorno del 9%, han insistido desde entonces miembros del Ejecutivo autonómico en las últimas semanas, ese objetivo –afirman– es más que asequible.

La consejera de Economía, Planificación y Empleo, Marta Gastón, habló de este reto recientemente en la presentación de los datos de última oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA), precisando que pleno empleo no es llegar al 0% de personas sin un puesto de trabajo, sino que hablamos de llegar a una tasa del 4% o del 5%, teniendo en cuenta que siempre habrá gente que entra y sale del mercado laboral.

Preguntado sobre este reto el pasado viernes, en la presentación del boletín de coyuntura de la Fundación Basilio Paraíso, el catedrático Marcos Sanso respondió que él no veía viable que el porcentaje de parados baje tanto en los próximos dos años, aunque momentos antes había reseñado la extraordinaria mejoría de las cifras de empleo en 2021 hasta el punto de haber recuperado ya lo perdido durante la pandemia, lo que no ha ocurrido con el crecimiento económico.

José Miguel Sánchez, director general de la Cámara de Comercio de Zaragoza, señaló en esa misma presentación que en materia de empleo tenemos «el peligro de ‘morir de éxito’», ya que las empresas están teniendo ya hoy problemas para cubrir las vacantes de empleo que necesitan. «Ojo que este problema puede ser un cuello de botella que frene nuestro crecimiento», advirtió.

De esta cuestión habló el pasado jueves en su discurso de toma de posesión como nuevo presidente de CEOE Aragón Miguel Marzo, que propuso un plan de choque para intentar resolver las necesidades laborales de las empresas. «En Aragón teníamos a final de 2021 más de 61.000 parados, muchos de ellos jóvenes, y por otro lado hay miles de puestos sin cubrir», apuntó. «De estos puestos», añadió, «hay muchos que están relacionados con las nuevas tecnologías, pero no todo es digital y este problema también existe en la mayoría de los sectores tradicionales: faltan chóferes, soldadores, torneros, también perfiles en el sector agroalimentario, en la construcción, la hostelería, servicios...».

Para hacer frente al problema, Miguel Marzo propuso un plan de choque en el que participen todo tipo de entidades. Un plan que debería incluir acciones para potenciar la Formación Profesional (FP) y posiblemente facilitar de nuevo la inmigración, campo en el que organizaciones como la Fundación San Ezequiel Moreno tendrían mucho que aportar.