Playa y ciudad: un fin de semana en Barcelona

La Ciudad Condal ofrece tanto planes playeros como culturales, que se pueden combinar entre sí.

Paseo marítimo de la Ciudad Condal
Paseo marítimo de la Ciudad Condal

Barcelona es un destino turístico en el que se pueden satisfacer todos los deseos de quienes la eligen para pasar un fin de semana o incluso más días. Tanto si se ha visitado con anterioridad o como si es la primera vez que se pone el pie en ella, no defrauda, y promete una estancia llena de propuestas.


El Barrio Gótico fue donde comenzó a fraguarse Barcelona y en la actualidad sigue siendo una de las zonas donde palpita la ciudad catalana. Pasear por sus calles y plazas descubriendo sus comercios modernos mezclados con su pasado romano y medieval es una experiencia que merece la pena. No hay que perderse la Catedral gótica, tanto por fuera como por dentro, con su claustro habitado por ocas. Junto a la Catedral se puede visitar un museo curioso, el de Frederic Marés, un coleccionista que legó todo lo que había recopilado durante su vida a la ciudad de Barcelona.


En el Barrio Gótico esperan otros lugares indispensables como las iglesias góticas de Santa María del Pi o la de Sant Just y Pastor. No muy lejos, en el Barrio de La Ribera, destaca Santa María del Mar, un magnifico ejemplo del gótico catalán. Cerca, se encuentra el popular barrio de El Born, donde hay numerosos locales de vanguardia donde tapear, tomar una copa o comprar productos de diseño. En El Born, muy de moda, en la calle Montcada, se ubica uno de los museos más visitados de la ciudad: el Museo Picasso con obras de gran importancia del pintor malagueño como La Espera (Margot) o El Arlequín.


La arteria principal del centro de Barcelona es La Rambla donde la vida fluye desde Plaza Cataluña hasta el antiguo puerto, donde espera Colón, señalando América. En Las Ramblas la oferta de ocio es amplia y ésta se amplia si se cruza al lado contrario del Barrio Gótico. Allí se sitúa La Boquería, un mercado convertido en un atractivo turístico más donde comprar productos típicos o refrescarse con un zumo recién exprimido. También se puede pasear por El Raval y disfrutar de la Barcelona más cosmopolita con tiendas sorprendentes y con lugares llamativos como el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba).


Tras unas horas caminando por esta parte de la ciudad, el cuerpo pide descanso y se le puede dar en alguna de las playas urbanas de la ciudad. Dispone de cinco kilómetros de costa con arena fina y dorada con aguas de poca profundidad. Tiene varias zonas, una de las más antiguas es la de La Barceloneta, situada en un barrio marinero. Está totalmente adaptada y cuenta con múltiples servicios para hacer del baño una experiencia segura y agradable. En los alrededores se extienden un gran número de restaurantes especializados en pescados y mariscos, una buena idea para terminar el día cenando junto al mar Mediterráneo. Existen playas más nuevas como la de la Zona de Baño del Fórum, más tranquila y con menos afluencia.


Para un segundo día, se puede planificar la agenda con el modernismo de Gaudí como uno de los puntos a cumplir. Además de perderse por el Parque Güell (ahora hay que pagar entrada) y descubrir sus rincones llenos de curvas y colores, otros de los lugares emblemáticos del arquitecto catalán son sus casas del Paseo de Grácia con La Pedrera como máxima representante. El edificio se puede visitar e incluso se puede subir hasta su azotea curvilínea desde donde divisar los tejados barceloneses.


Un poco más alejada de la zona, se levanta la gran obra de Gaudí, aún inacabada, la Sagrada Familia. El templo se eleva incompleto, pero con la grandiosidad que el arquitecto quiso darle. Se puede entrar para ver cómo avanzan las obras en su interior. Se espera que el monumento termine de construirse en 2030. Para seguir disfrutando del modernismo, arte que predomina en la Ciudad Condal, hay que dar un paseo por el Eixample y fijarse en todos los edificios del Quadrat d'Or" (Cuadrado de Oro). También merece la pena acercarse hasta Ciutat Vella y observar el Palau de la Música.


Se puede terminar la mañana subiendo a Montjuic, por las escaleras mecánicas de la Plaza Espanya. En lo alto espera el Museo Nacional de Arte Catalán, donde se esconden auténticas joyas románicas y de otras épocas de la historia. Cerca se encuentra también un lugar curioso, el Pueblo Espanyol, construido con copias de edificios significativos de toda España. Pasear por su interior es como viajar a lo largo y ancho de la Península Ibérica. Junto a Montjuic está el barrio de Poble Sec, que se ha puesto de moda, gracias a sus restaurantes y ofertas gastronómicas internacionales para todos los bolsillos.


Por la tarde, para despedirse de la gran Barcelona, una opción es subir al Tividabo, para observar cómo la ciudad se extiende a sus pies. La vista más impresionante es la que se puede obtener desde el mirador de la torre de telecomunicaciones construida por el arquitecto Norman Foster, que se ubica a 560 metros de altura.


Para descansar en Barcelona, centraldereservas.com pone a su disposición numerosas ofertas de hoteles y apartamentos en todos los barrios de la ciudad para todos los presupuestos.