De Prada: "Nuestro sometimiento a Europa nace del fracaso de 1898"

El autor aborda en su nueva novela 'Morir bajo tu cielo' el desastre del 98 y la pérdida de Filipinas.

Juan Manuel de Prada
De Prada: "Nuestro sometimiento a Europa nace del fracaso de 1898"
P. Z.

El escritor Juan Manuel de Prada acaba de publicar 'Morir bajo tu cielo' (Espasa, 2014), una extensa novela en la que se sumerge en el desastre de 1898 y en la historia de los últimos de Filipinas, un episodio que marcará el destino de España a lo largo del siglo XX.


En su nuevo libro cambia de escenario y de asunto respecto a su anterior novela 'Me hallará la muerte', ¿Qué le empujó a escribir sobre la pérdida de Filipinas?

Como estoy un poco loco, o loco a rachas, concebí la idea de escribir los episodios nacionales sobre el siglo XX español. El hecho fundacional del siglo XX en España es el desastre del 98; por eso fijé ahí el punto de salida. Además, Filipinas es un tema muy poco tratado por la literatura española y siempre me resultó muy sugestivo, había leído cosas sobre Filipinas, estuve allí... y me metí en este charco.


El desastre del 98, ¿es un sombra que todavía planea en la España actual?

Marca totalmente la historia del siglo XX por muchas razones. Hay un sistema político que hace crisis y no es castigado, sino que se prolonga y, de alguna manera, lo arrastramos hoy del mismo modo que arrastramos la conciencia de fracaso histórico. Es algo que hemos heredado los nietos o los biznietos del 98. Esa conciencia de fracaso está muy metida dentro de nosotros y esto nos influye como pueblo e influye en nuestro sometimiento a Europa, cómo vemos a estas naciones grandes pero no por ello nobles. Francia, Inglaterra, Alemania... las miramos con una reverencia y una especie casi de servilismo. España sigue en esa línea de pesimismo histórico que brota en el 98.


Entonces, como ahora, EE. UU. fue un país clave en el desarrollo de los acontecimientos en la escena internacional...

La intervención de EE. UU. en Cuba y Filipinas en 1898 sería el inicio, su presentación en sociedad como gran potencia mundial, la presentación de credenciales y declaración de principios de lo que va a ser su acción: cobarde, manipuladora, podríamos decir incluso pérfida, siempre con la mentira, el disimulo. Lo que hizo EE. UU. en Cuba y Filipinas no tiene nombre, no se puede calificar. Es una absoluta bajeza en todos los órdenes: moral, político, militar...


También el periodismo jugó en contra de España en el desastre del 98 con Randolph Hearst y la Guerra de Cuba...

El periodismo fue una de las manipulaciones más burdas e incendiarias que se hicieron para enardecer a la gente y que la opinión pública odiase a los españoles. Lamentable.


Uno de los episodios que recrea en su libro es el asedio de Baler, donde los últimos de Filipinas fueron sitiados durante 337 días. En su opinión, ¿qué lectura tiene ese acto oscuro y heroico de los olvidados?

Quizás sea una de los últimos exponentes de lo que podríamos llamar el quijotismo español. Ese heroísmo entreverado de locura y de grandeza que creo que define muy bien el temperamento español de generosidad, de desprecio de la vida, de anteponer el honor a la cordura. Creo que es, con todo lo bueno y lo malo, una quintaesencia del carácter español. También nos habla de unas personas, nuestros bisabuelos, muy sufridas, con mucha capacidad para encajar el sacrificio. Y también nos habla de una España en la que estas personas no valían nada, con unos gobernantes que jugaban con las vidas ajenas. En este sentido tiene una simbología muy especial, creo que representa muy profundamente lo que somos y lo que hemos sido a lo largo de la historia.


Su novela 'Morir bajo tu cielo' comprende varios géneros.¿cuál de ellos sobresale por encima del resto?

Hay mucha mezcla pero se puede definir como una novela de aventuras, una novela épica, porque a fin de cuentas lo que se narra es un episodio heroico más allá de que termine medio bien o medio mal.


Mezcla ficción y realidad con la creación de personajes inspirados en nombres reales...

La mayor parte son ficticios. Para decir la verdad, personajes inspirados en nombres reales solo hay tres. A partir de ahí hay otros muchos de los que cojo su nombre o un apellido, pero son absolutamente inventados. Y lo que no, los he tenido que elaborar ficticiamente porque la información que tenemos sobre ellos es muy poca.


El nombre de uno de los personajes es el traficante de armas holandés Rutger Van Houten. ¿Tiene alguna relación con el nombre del actor Rutger Hauer, el protagonista de 'Blade Runner'?

Totalmente. Es una inspiración, al menos lo que es su físico, su aspecto externo, porque es un actor que siempre me gustó mucho y aquí le puse su nombre.


El cine es otra de sus grandes pasiones junto a la literatura y el periodismo, pero parece que es algo que no le acaba de encajar...

He hecho varios guiones pero siempre con malos resultados. A mí, que me gusta tanto el cine. Nunca he tenido suerte. He escrito guiones que les han encantado a los productores pero al final todo se queda en agua de borrajas.


¿Tras la publicación de este novela, le gustaría retomar el proyecto del filme 'Los últimos de Filipinas' con José Luis Garcí?

Confieso que ahora soy muy escéptico. He conocido el mundo del cine por dentro y me doy cuenta de que a los productores les interesa tener todo atado y bien atado para no tener que poner ni un duro de su bolsillo. Eso es tener morro. En líneas generales, tengo muy poca esperanza.