FOTOGRAFÍA. OCIO Y CULTURA

Luis Sáez extrae toda la belleza de los paisajes de secano y constata que "el desierto avanza"

El fotógrafo murciano inaugura una muestra de 30 fotografías, cinco de Aragón, de las tierras más yermas del país en el Museo de Ciencias Naturales 

Luis Sáez, ante cuatro de las fotos que dedica Aragón: Jaulín, los Monegros y dos de Barrachina, un lugar que le deslumbró y que fue el inicio del proyecto.
Luis Sáez, ante cuatro de las fotos que dedica Aragón: Jaulín, los Monegros y dos de Barrachina, un lugar que le deslumbró y que fue el inicio del proyecto.
Francisco Jiménez.

Luis Sáez (Murcia, 1968) se define como “un fotógrafo de viaje”, y también de reportaje, que casi por azar o por deslumbramiento se había asomado a las tierras secas de su tierra, Murcia, pero también de Almería, “tan historiada y fotografiada”, y de Granada. Entonces, tras haber realizado muchos reportajes y proyectos concretos, sobre el río Ganges, por ejemplo, decidió hacer una reportaje documental sobre los desiertos de España. Y ese es el título de la muestra que inauguraba ayer en la sala Odón de Buen del Museo de Ciencias Naturales, del Paraninfo, que dirige José Ignacio Canudo: ‘Los desiertos de España’.

“Ocurrieron dos cosas: primero, que noté que el tema en cierto modo me interesaba y casi me perseguía; segundo, vi una fotografía en una web de barrancos de Barrachina, y ahí empezó todo. Decidí empezar el trabajo en ese lugar de Teruel. Instalé allí mi campo base durante tres días y así empezó todo”, dice el fotógrafo, que ahora abraza un nuevo proyecto: un reportaje sobre Pakistán, centrado en el paisaje y en el ser humano.

“La foto que me gusta es la que tiene varios focos de atención, que puede parecer confusa”

“Aragón está vinculado a mi vida. Mi padre fue militar aquí y me contaba muchas cosas de Jaca, de los caballos, de los diversos paisajes. Aragón es especial: posee todo los paisajes, y se ve, por ejemplo, en los campos de Alfambra, en los surcos de Jaulín o en las visiones de los Monegros”, dice. En su ‘pantone’ o inventario de naturaleza hay de todo: los secanos de Andalucía y las montañas de Guadix con sus casas blancas; lugares como Las Médulas de León, “trabajados por los humanos para sacar el oro”, revela José Ignacio Canudo; lugares que evocan paisajes marroquíes, volcánicos o de lo paisajes de John Ford; el siempre atractivo cabo de Gata con sus rocas y sus playas. “¿Qué busco? Aunque parezca raro, busco la belleza. En el desierto, en el páramo, en el llano, también hay belleza. No solo está en el paisaje de ríos, bosques, humedales o montañas. Quiero que se vea eso. Y luego la preocupación es latente: el desierto avanza. Eso es así. Cada vez llueve menos. A veces, con algunas granjas intensivas, no nos damos cuenta cómo maltratamos el paisaje”.

"Hago foto documental y apenas edito. Tengo un 'photoshop' básico. No me interesa hacerlo. ¿Qué clase de fotógrafo documental sería si crease realidades que no existen?”.

Luis Sáez asume una doble paradoja: cuando pintaba, le decían que sus cuadros parecían fotos. Ahora que fotografía, le dicen que sus fotos parecen óleos. “La foto que me gusta es la que tiene varios focos de atención, que puede parecer confusa”. Se sitúa ante la foto de Barrachina y revela todo lo que hay -además de armonía, textura, cromatismo, relieve, sensación de verdad-: un árbol seco, que proyecta su esqueleto de ramas; un cielo azul, radiante y matizado; una leve loma, como arañada de rugosidades y, por supuesto, el barranco, asombroso, con sus tonos, pulimentado por el tiempo y abisal; e invisible luce un sol de justicia. 

“He recorrido más de 70 países y sin ánimo alguno de tirar para casa quiero decir algo: no he visto ningún país con paisajes y accidentes y tan distintos como los que tiene España”, declara. El fotógrafo, que recuerda que ha intentando conocer cada vez mejor Aragón y verificar ‘in situ’ impresiones de su padre, explica su poética: “Hago foto documental y apenas edito. Tengo un 'photoshop' básico. No me interesa hacerlo. ¿Qué clase de fotógrafo documental sería si crease realidades que no existen?”.

Las fotos hablan por sí mismas. La de Alfambra, con cierta licencia visual, podríamos decir que hace pensar en los cuadros de la Escuela de Vallecas. La muestra ‘Los desiertos de España’ permanecerá abierta al público hasta el 29 de junio.

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