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El pintor Félix Anaut celebra sus 80 años con una apuesta por el azul y la música en Gandía

El artista nómada zaragozano, que ha vuelto a España tras residir 20 años en Francia, ofrece una selección de pinturas, papeles y piezas de cerámica

Una selección de piezas de cerámica bajo la inspiración del azul del mar.
Una selección de piezas de cerámica bajo la inspiración del azul del mar con sus característicos motivos musicales y poéticos.
Archivo Anaut.

El artista Félix Anaut (Zaragoza, 1944) acaba de cumplir 80 años y lo celebra de dos formas: ha regresado a vivir a España, tras más de dos décadas en Francia y en diversos lugares del mundo, en este caso a Valencia, en el valle de Albaida, y con una exposición en Gandía, hasta el 5 de mayo, que resume algunas de sus constantes: la huella de la música y la pasión por el color. Se titula ‘Blue’ y se ofrece en la Sala Marquesa de la Casa de Cultura Marqués de González de Quirós.

El pintor suele recordar que desde muy joven sentía una gran pasión por el arte, y que creció rodeado de obras de grandes maestros en su ciudad natal, en particular Goya, “hasta acabé estudiando en el mismo colegio del maestro, los Escolapios”. “Acercame al arte estimuló mi interés, tanto que empecé a sentir que solamente siendo artista podría sobrevivir y expresarme como persona”, decía en 2010.

Se formó a Madrid, más tarde en la Escuela de Art et Dessin de Montparnasse, París. Cuando abrió el Centro Pompidou pudo ver la obra de los grandes maestros modernos, como Kandinsky, Klee, Miró, y otros Y eso transformó su vida para siempre. Se convirtió en un pintor nómada: Félix Anaut, con algunas idas y venidas a Zaragoza, cuenta que vivió en Tánger, Ibiza, Londres e Irlanda (donde tuvo dos galerías de arte, en Dublín y en Belfast). En 1990 volvió a Aragón y fue entonces cuando inició la línea de pintura abstracta, muy sugerente, inspirada en la poesía y en la música. En 2001 trasladó su estudio a Francia, y allí ha trabajado tanto en pintura como en cerámica, disciplina que le ha traído más de una vez a Aragón, en concreto a Bandaliés.

El zaragozano nómada Félix Anaut trabajando en su estudio.
El zaragozano nómada Félix Anaut trabajando en su estudio.
Archivo Anaut.

Ha expuesto en diversos lugares de Europa y del mundo, y ha dedicado proyectos pictóricos a distintas ciudades: lo que él denomina ‘Sinfonías’; le dedicó una a Daroca en 1995 y otra Zaragoza en 2011, en este caso con música de Gonzalo Alonso, que incorporaba una aria que cantó de Marta Almajano. Félix ha tenido una vida convulsa e historiada, preñada de aventuras, sinsabores y anécdotas, y entonces explicaba así su pintura a HERALDO: “Tiene colores terrosos, sienas, ocres, azules, negros. Intento captar el alma de la música y del pentagrama desde una interpretación libre. Y lo hago a mi manera, con un brutalismo abstracto: en mi obra están la sierras de Teruel y Huesca y el cromatismo de los Monegros. Los colores de Aragón son brutales. Mi pasado me ha servido para preparar el presente y he hecho un pacto con mi memoria: no tengo resentimiento u odio hacia nadie, ni siquiera hacia los Escolapios o Zaragoza”. Antes de regresar a España, firmó un acuerdo con la región en Francia donde vivía para la creación de un espacio dedicado a su obra, ECFA (Espace Culturelle Félix Anaut).

“‘Blue’ es una exposición que desea mostrar “la fruición y la madurez, del artista” con obras creadas entre 2010-2016 en las que el azul fue la base de su creación. Todo ello también tiene que ver con Gandía: “Cuando salía el tema de la exposición y la preparaba, pensaba que Gandía es azul: el mar, el cielo, desde ahí empezaba esta historia. ‘Blue’ es una muestra de obras sobre lienzo, papel y cerámicas, una explosión de vitalidad y energía donde el azul es el protagonista, con una multitud de variaciones: desde una luz brillante hasta un gris más profundo, pero siempre azul”, dice.

“Mi pintura tiene colores terrosos, sienas, ocres, azules, negros. Intento captar el alma de la música y del pentagrama desde una interpretación libre. Y lo hago a mi manera, con un brutalismo abstracto: en mi obra están la sierras de Teruel y Huesca y el cromatismo de los Monegros. Los colores de Aragón son brutales"

‘Blue’ está compuesto por lienzos, papeles y cerámicas, que ofrecen su habitual referencia a su pasión por la música, en particular el Barroco, que es la auténtica base de su inspiración. Compositores como Handel, Corelli y Telemann han sido su guía en su creación. El azul es aquí la melodía del zaragozano Félix Anaut pintor-músico en cierto modo: es la base sobre la que ha crecido el resto, una obra muy personal que “busca la textura, el color, el equilibrio y la armonía. También la emoción, la sensibilidad, la ambigüedad y la versatilidad, un viaje visual sobre cómo se perciben las cosas”.

Uno de los lienzos de Félix Anaut, que ha dedicado dos sinfonías plásticas a Daroca y a Zaragoza.
Uno de los lienzos de Félix Anaut, que ha dedicado dos sinfonías plásticas a Daroca y a Zaragoza.
Archivo Anaut.
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