TEBEOS. ARTES Y LETRAS
'Cómic. Sueños e historia': una fantástica exposición de nuestros héroes en Caixafórum
El galerista y coleccionista Bernard Mahé es el comisario de una fantástica y completa muestra que ensalza la variedad de la disciplina
ZARAGOZA. Ahora que el uso de la inteligencia artificial amenaza el trabajo de los ilustradores y afecta a los profesionales del sector del cómic, es necesario recordar a cualquiera que haya tenido un cómic, un tebeo o una novela gráfica en sus manos que el arte secuencial ha sido y será una manifestación artística concebida ya en la prehistoria para comunicar, contar y transmitir historias, sensaciones y sentimientos humanos, realizada por humanos.
El galerista, coleccionista y comisario de la exposición, Bernard Mahé, ha reunido –en los 157 originales y una reproducción que forman la exposición– la historia de un medio que ha evolucionado desde las páginas dominicales de los periódicos hasta los cómics interactivos u ‘online’.
La sensación de contemplar esos originales en los que se aprecia todo el proceso de una página (abocetado, entintado, coloreado, correcciones, rotulación...) es como explorar las capas de un planeta en el que quisiéramos quedarnos por un largo tiempo. La puesta en escena - con recreaciones tridimensionales desde la misma entrada- no hace más que reforzar esta idea de que estamos accediendo desde un solo espacio a muchos mundos distintos.
Uno de los grandes aciertos de esta muestra es que la selección de imágenes no trata solo un conjunto al azar, sino que la gran mayoría son páginas icónicas que están en la memoria de cualquier aficionado o curioso del medio. Y lo mismo sucede con los autores seleccionados: cualquier visitante puede reconocer viñetas y personajes con los que ha crecido e incluso ha aprendido a leer.
La visita comienza con un recorrido por los orígenes del cómic moderno: ‘The Yellow Kid’, de Richard Felton Outcault, ‘Little Nemo in Slumberland’, de Winsor McCay (uno de nuestros favoritos) y un antecesor del surrealismo, ‘Krazy Kat’, de George Herriman.
Continuamos con la época comprendida entre el crac del 29 y la II Guerra Mundial donde el cómic estadounidense crea las bases de los distintos géneros y de algunas series que perduran actualmente: ‘Popeye’, de Elzie Crisler Segar, ‘Dick Tracy’, de Chester Gould, ‘El Príncipe Valiente’ y ‘Tarzán’, de Harold Foster, ‘Flash Gordon’, de Alex Raymond y ‘Terry y los piratas’, de Milton Caniff. En este espacio encontramos también alguno de los clásicos de Will Eisner, teórico del cómic que ideó el término «novela gráfica».
A un par de pasos –y dentro de la misma época– nos esperan los inicios de un género que sigue activo y en crecimiento: los superhéroes, con obras de Jack Kirby (‘Capitán América’, ‘Thor’, ‘Los 4 Fantásticos’), John Romita (‘Spider-man’), John Buscema (‘Los Vengadores’), Neal Adams (‘Batman’) o Bill Sienkiewicz (‘Elektra Asesina’) –con una página maravillosa donde se aprecia su gran destreza con el dibujo y el color–, y Mike Mignola ( ‘Hell-boy’). En esta parte de la exposición no está permitido hacer fotografías. La revista TBO –de la que viene la palabra ‘tebeos’– empezó a publicarse en 1917, y en el espacio dedicado al cómic español podemos contemplar originales de ‘El Guerrero del Antifaz’ o ‘El Capitán Trueno’, de Ambrós, ‘Mortadelo y Filemón’, de Francisco Ibáñez y viñetas de Manuel Vázquez. Revistas como ‘Zona 84’, ‘Cimoc’, ‘Cairo’ o ‘El Víbora’ permitieron, en los años 80, mostrar el trabajo de autores como Paco Roca, Laura Pérez Vernetti, Vicente Segrelles, Max, Miguel Gallardo, Jordi Bernet, o Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, que desde el año 2000 nos ofrecen además su fantástica serie ‘Blacksad’.
Tras la II Guerra Mundial, Francia y Bélgica imponen su estilo de línea clara con clásicos como ‘Spirou’, de André Franquin, ‘Tintín’, de Hergé, ‘Astérix’, de RenéGoscinny y Albert Uderzo y ‘El teniente Blueberry’, de Jean Giraud, que tras adoptar el pseudónimo Moebius revolucionó y renovó el cómic europeo con obras como ‘El Incal’.
El siguiente espacio muestra la explosión creativa del cómic en Italia y Argentina con autores como Alberto Breccia creador de la obra ‘El Eternauta’, Guido Crepax, con ‘Valentina’, Milo Manara –el maestro del erotismo– y un personaje imprescindible para cualquiera que quiera acercarse a este universo de secuencias: ‘Corto Maltés’, de Hugo Pratt .
Las innovaciones y experimentaciones gráficas y estilísticas desde finales de los setenta reúnen en el siguiente espacio a autores de renombre como: Richard Corben, Frank Frazetta, Frank Miller, Francois Schuiten, Moebius – de nuevo, y en este caso con una doble página original de la serie ‘Arzach’- y a Enki Bilal con su particular visión de la ciencia ficción.
La última parte del recorrido agrupa a artistas como: Robert Crumb, Charles Burns o Charles M. Schulz, y un par de páginas de nuestro querido Antonio Altarriba narradas gráficamente por Kim y Keko. El último original expuesto y que nos despide de la muestra es una tira de Calvin y Hobbes, de Bill Watterson, que nos hubiese encantado llevarnos con nosotros. Toca soñar, como ‘Little Nemo’, con un futuro lleno de lectores, con un reconocimiento artístico de este medio que amamos, con unas condiciones laborales justas, con unas tarifas adecuadas y con un uso ético de la IA que no vulnere los derechos de autor y que no sustente este capitalismo desaforado precarizando a los creadores.
LA FICHA
'Cómic. Sueños e historia'. Comisario: Bernard Mahé. Asesoría técnica: Vicente Sanchís. Caixafórum: Zaragoza. Hasta el 24 de marzo.
