cine
Stanley Kubrick 'renace' por un día en Zaragoza
La sala 4 de los Palafox acoge este jueves 1 de febrero la proyección de 'Eyes wide shut', la película póstuma del cineasta neoyorquino.
El 17 de septiembre de 1999 se estrenó en Zaragoza 'Eyes wide shut', la última película de Stanley Kubrick. De hecho, seis meses antes de su estreno, el realizador neoyorquino falleció en Londres. Aquel filme se proyectó en varios cines de la capital aragonesa, todos ellos hoy desaparecidos: Don Quijote, Augusta, Warner Lusomundo y Renoir Audiorama.
Este jueves 1 de febrero, a partir de las 20.00, la sala 4 de los cines Palafox (la de mayor aforo del complejo zaragozano) permitirá por solo una sesión revisitar en pantalla grande y con un sonido envolvente 'Eyes wide shut'. Las entradas se pueden adquirir, al precio de 6,5 euros, en la web www.cinespalafox.com. La proyección forma parte de los actos de celebración del centenario de Warner Bros., cuya siguiente título será '300' el 8 de febrero.
'Eyes wide shut' fue la decimotercera y última película de Stanley Kubrick. La historia arranca cuando el doctor Bill (Tom Cruise) y su esposa Alice (Nicole Kidman), acuden a una fiesta privada invitados por uno de los pacientes de él, Victor Ziegler, un multimillonario neoyorquino. Tras ser recibidos por el matrimonio Ziegler, Bill y Alice se separan temporalmente. Él es seducido por dos mujeres desconocidas que le ofrecen "ir más allá del arcoíris". Ella es seducida por Sandor Szavost, quien acaba proponiéndole sexo en el piso de arriba. Bill, todavía en compañía de las desconocidas, es requerido por el anfitrión para que le ayude con una situación delicada: una mujer desnuda en su baño ha sufrido una sobredosis. Cuando Bill logra reanimarla, Ziegler le pide discreción.
El filme estuvo envuelto en muchas polémicas en su recorrido comercial. Las escenas eróticas, con el ejemplo más palmario de una orgía en una mansión, obligaron a que en Estados Unidos se proyectara una versión más 'light' para que no fuera clasificado de 'X'. La tensa relación entre Kidman y Cruise, que entonces eran matrimonio, también ocupó muchos titulares. La recaudación total en todo el mundo fue de 150 millones de euros y el presupuesto de la película alcanzó los 57 millones.
