No es habitual que un mismo autor presente sus libros a pares, pero si alguien lo puede hacer es el periodista y escritor Antón Castro. De hecho, fue lo que hizo este martes por la tarde en la sala Pilar Sinués del Paraninfo de Zaragoza rodeado de amigos y de fieles lectores.

“A veces pasan estas cosas”, dijo a modo de disculpa antes de empezar a hablar de sensaciones y emociones, las que ha sentido al escribir 'Diálogos en cautividad' (Pregunta) y 'Los seres imposibles' (PUZ). Este último es una reedición de un volumen que publicó en Destino hace 25 años y que reaparece con 12 textos nuevos “y una maravillosa portada de David Guirao”, tal y como repitió varias veces.

En esta cita le acompañaron Pilar Gonzalvo y Miguel Ángel Fraile, músicos de El Mantel de Noa. Son habituales en sus presentaciones y este martes no podían faltar. Con el arpa, la gaita de Boto y las flautas irlandesas interpretaron piezas de músicas tradicionales a medio camino entre Oriente y Occidente.

Tras el primer tema, el editor de Pregunta, David Francisco, rompió el hielo “casi en estado de trance musical” describiendo 'Diálogos en cautividad' como una obra “de realidad, de periodismo literario absoluto”. En ella se recogen entrevistas con varios creadores aragoneses durante la pandemia.

Fotos | Antón Castro presenta sus dos nuevos libros

“Es un libro con peso y poso en el que se ahonda en temas existenciales e íntimos, con los protagonistas desnudando sus miedos e incertidumbres”, apuntó el editor antes de dejar que el periodista de HERALDO, Christian Peribáñez, profundizase en el diálogo.

Sin destripar demasiado el contenido, Antón Castró dijo que una de las conversaciones más emotivas fue la que mantuvo con Lina Vila. “Tras leer la entrevista, mucha gente le llegó a preguntar si estaba enferma”.

Tan estremecedor o más fue el diálogo con la escritora Irene Vallejo, y por diferente y especial, la entrevista al poeta Ángel Guinda, “que podía ser un místico, pero al mismo tiempo mostrar su vena más transgresora y gamberra”.

El acercamiento al pintor Pepe Cerdá, a la fotógrafa Judith Prat, al escritor Javier Sierra o al catedrático José Carlos Mainer le sirven a Antón Castro para hablar de arte, literatura, política, filosofía e, incluso, de relaciones sexuales. “De alguna forma -dijo- se explica lo que significa el arte, que más que dar respuestas lo que hace es plantear preguntas, y en un momento como la pandemia, más que nunca”. “Todos somos filósofos a un determinado nivel”, concluyó, y eso destila el libro, que también muestra una mirada, su mirada, sobre la solidaridad.

Con José Luis Calvo, de Prensas Universitarias, dialogó sobre 'Los seres imposibles'. Un nuevo tema de El Mantel de Noa sirvió de transición desde la dura realidad de la pandemia a la desbordante imaginación y fantasía de los bestiarios que tanto le gustan al autor.

Es un homenaje a ellos y a los paisajes de Aragón que le lleva a meter un cocodrilo en el Canal Imperial o a fantasear con un dragón alado en Garrapinillos. Una reedición con nuevos relatos en la que, confesó Antón Castro, “me he sentido más despojado y suelto que hace 25 años, y con más sentido del humor”.