El futbolín del siglo XXI se ha diseñado en Aragón

La Federación Internacional adopta un modelo de la firma aragonesa Val y Zaragoza será sede del Campeonato Mundial en el año 2025

Interior del nuevo futbolín Infinity, diseñado por Estudio Novo para Futbolines Val.
Interior del nuevo futbolín Infinity, diseñado por Estudio Novo para Futbolines Val.
Futbolines Val

El futbolín del siglo XXI ya no es de madera maciza de haya sino de melamina, pesa 130 kilos, tiene iluminación cenital e interna lateral, marcadores digitales y es inclusivo, con jugadores y jugadoras en cada uno de los equipos. Pero en esencia es como el futbolín de toda la vida y garantiza horas infinitas de diversión y confraternidad. Quizá por esto último ha recibido su nombre comercial, 'Infinity'. 

Lo ha empezado a fabricar Futbolines Val, la firma de El Burgo de Ebro, y la noticia llega acompañada de un bombazo: la Federación Internacional (International Table Soccer Federation) lo ha acogido como nuevo y único modelo oficial de futbolín de dos piernas, al tiempo que ha anunciado que el Campeonato Mundial de 2025 se celebrará en Zaragoza. La capital aragonesa se ha impuesto a las candidaturas de China, Qatar y Brasil, y se espera que reciba a 2.000 personas de 50 países, entre jugadores y acompañantes, durante la semana que durará la competición. La Federación Española ha acogido también el Futbolín Val Infinity como nuevo modelo oficial.

Todo esto llega en un momento en que jugadores y directivos se están movilizando para que, como ha ocurrido ya en numerosos países, el futbolín dé el salto de ser considerado como un simple entretenimiento, un juego social e inclusivo, a ser reconocido oficialmente como deporte por el CSD. 

El nuevo futbolín, además, ha sido diseñado íntegramente en Aragón por el Estudio Novo. “Anteriormente ya habíamos realizado el diseño de la imagen corporativa de Futbolines Val y posteriormente nos pidieron el diseño de un futbolín de competición que tuviera una variante doméstica -relata Ana Bendicho, directora creativa de Estudio Novo-. Ha sido uno de los mayores retos a los que nos hemos enfrentado porque nos hemos ocupado de todo. El diseño estético era muy importante pero más lo era la funcionalidad. Tenía que ser un futbolín sólido y resistente, como lo han sido hasta ahora todos los de la empresa, que soportara las exigencias de la alta competición, pero que además facilitara su fabricación. Hay que tener en cuenta que hasta ahora los futbolines eran muy artesanales, se fabricaban como un mueble en una ebanistería”.

Aspecto exterior del nuevo futbolín Infinity, de la firma Val, diseñado por Estudio Novo.
Aspecto exterior del nuevo futbolín Infinity, de la firma Val, diseñado por Estudio Novo.
Futbolines Val

Los cambios, en cualquier caso, debían de hacerse de forma muy meditada. “La Federación ha estado encima del proceso todo el tiempo, y nos ha supervisado todo el trabajo de forma muy meticulosa -explica Ana Bendicho-. Ellos tienen la aspiración de que sea considerado deporte olímpico en algunos Juegos y, por eso, han sido muy rigurosos en todo lo que tiene que ver con normativas, medidas... Aparte de eso, el rediseño del futbolín tenía que respetar lo que los jugadores experimentados consideran que es su experiencia de juego, y por eso hemos hecho numerosas pruebas de materiales para que el rebote de las bolas sea como el que ofrecían los futbolines hasta ahora, y la separación de las piernas de los jugadores ofrezca las mismas posibilidades de juego que los futbolines más comunes hasta hoy”.

En colaboración con Maderas Unidas, firma de Cadrete, Estudio Novo eligió un tipo de melamina dura, prácticamente inalterable, incluso más longeva que la madera maciza tradicional, que con el tiempo llegaba a sufrir en los laterales. Esa melamina llega ya precortada con láser a Futbolines Val, de manera que el ritmo de fabricación se ha incrementado exponencialmente. Lo que antes se hacía en una semana, ahora se logra en un día de trabajo, al tiempo que los nuevos materiales abaratan el juego de mesa.

La nueva portería, con contador. Los jugadores se siguen pintando a mano con los colores del equipo que se elija.
La nueva portería, con contador. Los jugadores se siguen pintando a mano con los colores del equipo que se elija.
Futbolines Val

Pero aunque al jugador le interesa la longevidad del futbolín, su principal preocupación es la experiencia de juego, que es prácticamente idéntica a la tradicional. Los cambios se han sopesado mucho. “Hubo que introducir la electrónica, con marcadores digitales, y el jugador quiere que haya mucha luz pero que no moleste, por eso pensamos en iluminación tenue tanto cenital, con un arco led, como en los laterales del campo”, añade la diseñadora.

Los futbolines, en cualquier caso, se pueden customizar y tener distintas presentaciones. De la fábrica de El Burgo de Ebro saldrán con dos equipaciones: una en negro y otra en gris (tradicionalmente, por defecto, si no se solicitaban de otra manera salían con un equipo de Osasuna y otro de Real Zaragoza).

Se respeta lógicamente la disposición inicial de tres jugadores en defensa, otros tres en la media y cuatro en la delantera, la pista mide 140 por 84 centímetros y los jugadores son de una aleación de metales de gran resistencia. El balón, de baquelita.

Futbolines Val es la fábrica decada de este tipo de juego. Nació en 1947 como iniciativa de Cesáreo Val, un quiosquero que compraba, vendía y cambiaba tebeos y revistas y que construyó un futbolín para su clientela. Como gustó, acabó creando una empresa que, aunque siempre los ha fabricado artesanalmente, los ha vendido no solo en toda España, sino que también han viajado a países como Francia, Portugal, Suiza, Bélgica, Israel o Brasil. Aunque su expansión por España hay que matizarla. Existen variantes de futbolín según las autonomías, quizá la más destacada sea la variante 'de una pierna', la que más se ve en ciudades como Madrid, donde también el campo es algo más pequeño, frente a la 'de dos piernas', hegemónica en Aragón.

Ensayos y diseños para el modelo de jugador de los equipos.
Ensayos y diseños para el modelo de jugador de los equipos.
Futbolines Val

El Mundial que se celebrará en Zaragoza será todo un acontecimiento. Aunque pueda introducirse alguna novedad de última hora, lo habitual es que se establezcan cinco categorías: masculino, femenino, junior, senior y en silla de ruedas y otras tantas modalidades: individual (un jugador para los cuatro mandos de cada equipo), dobles, clásico, por equipos y bola rápida. Será una prueba de fuego también para Futbolines Val. "Llevamos tres años trabajando en este nuevo futbolín -asegura María del Carmen Gotor, directora comercial de la empresa de El Burgo de Ebro-, porque para nosotros supone el salto de un trabajo casi totalmente artesanal a un proceso de producción mucho más técnico. Es muy importante que la Federación Internacional haya acogido el modelo Infinity sobre todo porque en Europa los modelos más extendidos son los que llevan jugadores de taco, de un solo pie". Ese modelo de jugador en Aragón no tiene ningún predicamento.

Futbolines Val, según asegura María del Carmen Gotor, seguirá fabricando sus modelos tradicionales en haya (3.200 euros) o pino (1.499, sin monedero, el modelo doméstico). El Infinity, en principio, no se va a vender, sino que se alquilará a bares y distribuidores autorizados.

"El Mundial se celebrará la semana del 23 al 29 de junio de 2025 -relata María del Carmen Gotor-, y la idea es que, de aquí a esas fechas, se organicen numerosos torneos, campeonatos y actividades en torno al futbolín. En un segundo plano del mundial está el hecho de que se quiere aprovechar para que el sea reconocido como deporte en nuestro país". 

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