Huesca da nueva vida al mural de Antonio Saura en el 25 aniversario de su muerte
Las acciones organizadas incluyen una exposición en los Porches de Galicia sobre el proceso creativo de 'Elegía', una videproyección inmersiva y un puzzle.
Una vez finalizada la operación del barnizado, los 56 paneles pintados fueron embalados y trasladados al salón de la Diputación de Huesca. La colocación en el techo de la hoy conocida como Sala Saura se realizó en solo tres días. Fue el momento de ver la obra artística en su inmensidad, pues las dimensiones del taller no permitieron la contemplación por entero de la pintura mural.
Estos y otros detalles sobre el proceso de creación de 'Elegía', firmada por Antonio Saura en 1987 e instalada en el techo de uno de los salones de la institución, son los que desde este martes pueden conocer los miles de oscenses que a diario pasean por los Porches de Galicia, donde se ha instalado una exposición sobre el proceso creativo de la obra con las fotografías realizadas entonces por Jean Bescós y textos tanto del propio Saura como del crítico de arte Guy Scarpetta.
La propuesta de la Diputación de Huesca de realizar una pintura para su nueva sede hace más de 35 años, diez años antes de morir, fue acogida por el pintor con entusiasmo a pesar de su inexperiencia en trabajos semejantes, considerando las dimensiones de 20 por 10 metros, sin duda una de las más amplias realizadas en los últimos decenios en Europa.
Con esta exposición, la Diputación de Huesca quiere conmemorar el 25 aniversario de la muerte de Saura (Huesca, 22 de septiembre de 1930-Cuenca, 22 de julio de 1998). No es la única acción que pretende revitalizar su obra y animar al público a contemplarla. En el acto organizado hoy en la Diputación se ha podido ver por primera vez la videoproyección inmersiva realizada para la ocasión, que el público tendrá a su alcance hasta el 27 de diciembre, de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00, de lunes a domingo.
El presidente de la institución, Isaac Claver, ha destacado el legado artístico de Saura, con la presencia de una de sus obras en el palacio provincial. Curiosamente a solo unos metros de los Porches de Galicia, en la calle Villahermosa, está el busto dedicado por la ciudad al hermano del pintor, el cineasta Carlos Saura.
El objetivo de la conmemoración, ha añadido Claver, es "rendir un homenaje que es de justicia" y "reactivar en la memoria de todos la pintura más emblemática de uno de nuestros oscenses más ilustres, porque es de justicia que lo hagamos". El diputado de Cultura, Carlos Sampériz, ha recordado que sus obras están repartidas por todo el mundo, "y tener una huella tan grande y hermosa en su ciudad natal es un lujo”.
La videoproyección inmersiva creada por Freeman Producciones lleva por título ‘Universo Saura’ y tiene una duración de unos 9 minutos. Dirigido por Javier Jiménez, el realizador y editor es Sergio Zamarvide, quien ha explicado el desafío que ha supuesto para ellos. "Hemos querido traer junto al universo de 'Elegía', el universo de Huesca, porque Saura lo expresa con trazos, formas y colores, y nosotros lo hacemos a través de imágenes y sonidos, trayendo a esta sala toda la provincia de Huesca”.
Junto a la proyección de imágenes del mural se insertan otras que ahondan en las esencias culturales de la provincia y en su paisajes. Así se pueden ver las montañas (el Arco de Piedrafita o Monte Perdido), monumentos (el monasterio de San Juan de la Peña) o tradiciones (los navateros, las fallas del Pirineo, las romerías, el dance o los carnavales de Bielsa).
Pero todavía se ha llevado a cabo una acción más con la edición de un puzzle que reproduce la totalidad de la pintura y del que solo se sacarán 1.000 ejemplares, que ya se han comenzado a repartir en colegios de toda la provincia. La Diputación sorteará 100 ejemplares entre las personas que se acerquen a ver la videoproyección inmersiva.
‘Elegía’ se encuentra instalada en el techo de uno de los salones de la sede de la Diputación Provincial de Huesca, obra de los arquitectos Artigues y Sanabria. Se trata de una pintura muy especial, entre otros aspectos por su dimensiones, por su innegable calidad plástica y por ser un trabajo ejemplar en el arte de la pintura mural contemporánea.
Fue uno de los de los encargos más ambiciosos y complejos en la trayectoria del pintor, de hecho, se dice que la década de los 80 marcó el inicio del reconocimiento del artista en su ciudad natal. Saura asumió el reto de trabajar en esta pintura con acrílico en el techo de 200 metros cuadrados, compuesta por 56 paneles de contrachapado.
La exposición instalada en la calle permite acercarse a aquellos días en los que Saura trabajó en el taller instalado en el segundo piso de la antigua Residencia de Niños, hoy convertido en un edificio universitario. Las fotografías seleccionadas describen el desarrollo del proceso creativo de la obra, desde la maqueta inicial hasta su instalación definitiva en la que ahora se denomina Sala Saura.
