Los premios Marcelino Orbés celebran un año más el talento circense de la tierra

La undécima edición de esta gala vivió una velada muy divertida y ágil, bajo la conducción de la humorista oscense Patri Coronas

Artistas de la gala del circo y premiados con el Marcelino Orbés, ayer, en el Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter.
Artistas de la gala del circo y premiados con el Marcelino Orbés, ayer, en el Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter.
Francisco Jiménez

Lo cantaba Steve Perry de Journey en los 80:"Circus life, always another show, wondering where I am", que traducido en plata es "la vida del circo, el espectáculo debe continuar, me pregunto dónde estoy". El circo, empero, sí cuenta con una base preferente en Zaragoza: el Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter de San José, donde este sábado 18 de noviembre tuvo lugar la gala de premios Marcelino del circo aragonés, dentro del X Festival de Circo Ciudad de Zaragoza que dirige Mario Cosculluela.

Fue una velada divertida, espectacular, participativa y apta para todos los públicos gracias sobre todo a la presentadora, Patri Coronas. Se lució en su doble caracterización de Pitita (con tocado a lo Carmen Miranda) y el mismísimo Marcelino Orbés, payaso jacetano que da nombre a los premios del circo aragonés.

Coronas, ciudadana de Grañén, es un arroz basmati de mujer: divertida a rabiar, gamberra, ducha en el humor blanco y el aliño sin sal gorda, de pimentón dulce; rápida de mente y verbo y, sobre todo, consagrada a su función en estas lides, clavó sus volatines:quien presenta debe prodigarse en chispazos sin olvidar el servicio a la celebración que conduce.

Los premios

El jurado de este año estaba compuesto por la artista circense Ana Castrillo; la periodista Eva Hinojosa; Carlos Gil, director de Artezblai;Julia Martínez, de la Escuela Rural de Circo Malaika, y Pablo Aliaga, artista amateur de circo. El premio Marcelino al mejor espectáculo del año fue para ‘Nüshu’, de la compañía Capicúa: un trabajo con mensaje que cala, técnica diversa y depurada y capacidad para emocionar al primer toque. ‘Nushu’ es una escritura secreta de mujeres en China: por medio de puntadas de circo, ese secreto se libera y teje lazos entre ellas.

El mejor número fue para ‘Emana’ de Aitor Esteban, experto en pole dance. Aitor no pudo asistir a la gala, pero en el vídeo que envió dijo agradecer el premio sin olvidar que la apreciación del arte "es subjetiva. Hay numerazos por ahí, quizá otros jueces no me hubieran premiado". También lanzó un mensaje a los progenitores presentes en la sala. "Apuntad a vuestros hijos al circo. Van a ser más fuertes y se lo van a pasar fenomenal". Coronas corroboró el axioma, y subió la apuesta. "El circo aumenta la resistencia contra la frustración, es buenísimo".

La mejor iniciativa circense fue para ‘Caminando por las nubes’, de Serendipia y Compañía Nostraxladamus. El jurado resaltó su carácter pionero, además de la capacidad de aunar "creación, formación y exhibición, así como experiencias de compañías nacionales e internacionales".

En el premio Marcelino a la trayectoria, el galardón fue para el encuentro ‘Entrepayasos’, para emoción de la presentadora, que presumió de ser "un poquito parte" de esa ilusión. Por último, el reconocimiento a la joven promesa del año fue para Amanda Gala, de 15 años; alumna de la Escuela Rural de Circo Malaika, prepara su acceso a la Escuela de Circo Rogelio Rivel de Barcelona.

Muchas risas

¿Han colegido por lo comentado antes que la noche fue divertida? Lo fue. Coronas, pertrechada con su ‘bolso adoquín’, repartió pañuelos entre el público para jalear instantes concretos, y también escarapelas-premio para ilustres conocidos y desconocidos, sin obviar momentos tiernos para personas que vienen colaborando con la familia del circo aragonés.

En las actuaciones de la gala el brillo fue general, empezando por Alicia Macarrilla o el tándem formado por Laura Aznar y Marta Clement, pero hubo tres números de quitar el hipo: Nicco Lozano (el hombre de los aros), la especialista en equilibrios verticales Cira Cabasés –que hizo diabluras al son de la pieza ‘6AM’ de Kutiman– y la zaragozana radicada en Bolea Noche Diéguez, que combinó mimo, humor clásico, jota y equilibrismo sobre cuerda floja, sobre la que evolucionó con la comodidad de quien pisa sobre suelo acolchado.

No faltaron los recuerdos a quienes ya no están: a Marcelino Orbés, a quien se glosó para que sus hazañas (Chaplin lo admiraba) no se olviden; al veterano equilibrista y agricultor de Alfajarín Javier Masip, de quien ya habló Alfonso Zapater en HERALDO hace casi medio siglo y, por supuesto, a una payasa única, de quien Coronas hizo mención con todo el cariño: Laura Gómez-Lacueva.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión