música

Marea pasa su rodillo de rock en un pabellón Príncipe Felipe lleno hasta la bandera

La banda navarra retorna a Zaragoza cuatro años después de su última visita con un concierto enérgico y trepidante.

Kutxi Romero, cantante de Marea, al principio del concierto.
Kutxi Romero, cantante de Marea, al principio del concierto.
Javier Belver

Nada ni nadie ha logrado fastidiar la fiesta que la banda navarra Marea ha montado en la noche de este sábado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante más de 8.000 espectadores. La pista era un mar de personas y hasta los vomitorios que dan acceso a las gradas estaban ocupados por una multitud sedienta de los versos de Kutxi Romero. No todos los días puede celebrarse el hecho de alcanzar y superar los 25 años en el duro mundo de la música. Y mucho más si se consigue con un nuevo disco bajo el brazo, ‘Los potros del tiempo’, que ha sido la base de un concierto en el que tampoco han faltado los clásicos de la casa.

Había hambre de Marea en la capital aragonesa ya que sus últimas dos visitas se retrotraen a hace cuatro años. Lo demostró la antelación con la que se agotó el papel. Y lo ratificó la intensidad con la que el público vivió la velada, muchos de los cuales portaban la icónica camiseta negra con la calavera de pirata.

Un hambre y una motivación que comparten los integrantes de la banda, con el carismático Kutxi Romero a la cabeza, junto con sus compañeros de batallas Kolibrí (guitarra), el infatigable Piñas (bajo), Alén Ayerdi (batería) y César Ramallo (guitarra). Tras el paréntesis de siete años (entre 2012 y 2019) en el que detuvieron el proyecto, reanudaron la actividad y, poco después, la pandemia frustró muchos planes. Por este motivo también, esta gira resulta tan sumamente especial y anhelada.

No es casual que el ‘tour’ que ayer recaló en tierras zaragozanas lleve por título ‘Sin riendas’. Si un hecho define la trayectoria de este grupo nacido en Berriozar en 1997 es su arrolladora personalidad a la hora de tomar decisiones. Para bien y para mal, siempre han hecho las cosas a su manera. Ocho discos de estudio y cientos de conciertos después, siguen defendiendo su camaradería como una de sus señas. Una complicidad que se reflejó en el escenario.

El rock urbano de Marea, que bebe en el manantial de Leño, Barricada y Extremoduro, emergió en un ‘show’ generoso en el tiempo y en el esfuerzo. Un ritmo trepidante, sin apenas silencios ni pausas, y una sucesión de solos de guitarra conformaron el guión.

Un viaje que arrancó con una canción de nuevo cuño, ‘Otra cicatriz’, perteneciente a su más reciente álbum. "Vuelvo a descoser la cicatriz/Que de par en par cerró el olvido/Vuelvo y volveré siempre por ti/Mientras brote sangre del ombligo", bramó Kutxi. Toda una declaración de intenciones. La línea ‘contemporánea’ prosiguió con ‘Más me duele a mí’ y ‘La grillera’. "Somos Marea. Venimos de Berriozar. Hemos sacado un disco hace poco, que es como un niño que hemos tenido pero ha salido feo. Si no os gustan las nuevas canciones, cantad las viejas encima que suenan igual. Y luego haremos alguna de Bunbury", bromeó el cantante.

No tardaron en aparecer los guiños al pasado, con ‘Mierda y cuchara’, ‘Manuela canta saetas’, ‘Barniz’, ‘Corazón de mimbre’ y clásicos como ‘Que se joda el viento’, ‘La rueca’ o ‘En tu agujero’.

También honraron a los pioneros e hicieron un guiño a sus paisanos de Barricada con la versión de ‘El trompo’, cuya letra es curiosamente de Kutxi Romero.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión