Diseño aragonés para la iluminación navideña de la Gran Vía madrileña
El arquitecto bilbilitano Sergio Sebastián, que ha diseñado las luces de Navidad de calles y plazas de Zaragoza, Madrid y Sant Cugat del Vallès, ha creado la nueva propuesta para esta importante arteria.
El arquitecto aragonés Sergio Sebastián (Calatayud, 1976) y su equipo de Sebastián Arquitectos han iluminado la Navidad madrileña desde el año 2004 con diseños de luces en las calles de Preciados, Fuencarral, Serrano y en la plaza de Chueca -también han creado instalaciones en el municipio catalán de Sant Cugat del Vallés y en la capital aragonesa (paseo de la Independencia, plaza de San Felipe y plaza de Basilio Paraíso)-. Este año se han encargado de crear para la Gran Vía de Madrid un ‘jardín de invierno’ formado por luminarias a lo largo de más de un kilómetro en esta emblemática arteria, con motivos inspirados en plantas invernales como el muérdago, la flor de pascua, el acebo o el madroño.
Para Sergio Sebastián, este cometido ha significado “toda una responsabilidad. Es una calle muy complicada, larguísima, con mucha luz, con un cambio de sección. Tampoco se podía incluir ningún motivo que fuera especialmente transgresor, como hicimos en Preciados o en Chueca, en los que intervinimos en un espacio al completo. Aquí hemos creado unas banderolas cada 20 metros que jalonan la calle. En cualquier caso, intentamos romper un poco los formatos y nos hemos salido un poquito de lo habitual”
El jardín de invierno es el concepto central en el que se basa este proyecto. “La vida brota también en Navidad y nos pareció que todos los motivos florales y vegetales de estas plantas que retoñan en invierno son extraordinarios. Hemos trabajado con la idea de que fuera algo muy orgánico, como la propia naturaleza. Al final estas plantas van definiendo cada una su propio arco, su propia geometría. El resultado final parte de dibujos hechos a mano”, explica Sebastián.
“Llevar la naturaleza a una gran ciudad ha sido también uno de los objetivos que nos hemos propuesto, evocando todos estos principios de crecimiento orgánico, de elementos que cuelgan como las campanillas, poinsetias, muérdago, hortensias, lirios... cada una de estas flores define su propio patrón y es lo que hemos querido reflejar en todos estos arcos, jugando mucho con la superposición y la idea de construir un gran jardín como un trabajo de paisajismo más que de arquitectura”, añade.
Ha sido un proceso “un tanto artesanal” y “técnicamente muy complejo. Lo queríamos plantear así, como una reacción a este mundo de producción seriada y artificial en el cual estamos cada vez más abocados”, justifica el arquitecto.
La iluminación navideña de Sebastián Arquitectos para la Gran Vía Madrileña comenzó a idearse antes del verano. “Llevamos trabajando en el diseño desde marzo. En un primer momento se presentaron unas propuestas al Ayuntamiento de Madrid y enseguida encajaron. No hubo ninguna discusión, salvo en tema de colores y gamas cromáticas. Queríamos que fuera un proyecto muy conciliador, que gustase a todo el mundo. Por la Gran Vía pasan todos los madrileños y todos los turistas que llegan a la ciudad -relata-. Eso nos limitó bastante el campo de la abstracción y en su lugar tuvimos que pensar en elementos más figurativos, pero sin perder de vista que tenía que ser un diseño del siglo XXI. Desarrollamos prototipos durante todo el verano y el último, prácticamente nos llegó la semana pasada, que era un madroño. Fue una voluntad expresa del alcalde de Madrid y se ha integrado en la propuesta”.
La instalación previa comenzó en los meses de verano con la colocación de las estructuras auxiliares y esta semana se han empezado a poner las luminarias en tres tramos de la Gran Vía, a lo largo de 1.300 metros. El encendido tendrá lugar el 23 de noviembre.
