Cuarteto Faula: noche de luminarias
Singular marco el palacio de Larrinaga para ofrecer el concierto barroco que el Cuarteto Faula interpretó al aire libre en la noche del viernes, día 22, dentro del programa Candlelight que organiza la compañía de espectáculos Fever. Escenario y entorno alumbrado por abundantes velas ignífugas, creando un ambiente romántico ante uno de los edificios de mayor significado de este estilo en la ciudad.
Programa vivaldiano -'Las cuatro estaciones-– oportunamente situado en la noche en que dejamos el verano y entra el otoño. Aunque el concierto comenzó por 'La primavera' y finalizó con 'El invierno', como mandan los cánones. Temperatura fresca sin ser fría, a las 9 de la noche. Audiencia atenta y variada, incluyendo niños, todos encandilados por la ambientación, con más de un asistente rememorando nostalgias: no en vano el palacio de Larrinaga fue el colegio de los marianistas en los primeros años 50 del pasado siglo, hasta la construcción del nuevo edificio tras la parte posterior de la romántica mansión.
Puntualmente aparecieron los cuatro intérpretes en el escenario, antecedido por cuatro filas de velas y rodeado arriba y abajo por infinidad de luminarias semejantes. A pesar del ruido del tránsito en la calle Miguel Servet, incluido el paso de una ambulancia a sirena plena, la música de los cuatro instrumentos de cuerda amplificados se escuchó con bastante nitidez.
Los componentes del Cuarteto Faula se entregaron a fondo, cuidando el empaste. Desarrollaron cada uno de los movimientos de los emblemáticos conciertos vivaldianos precedidos por el recitado de los versos que inspiran cada uno de ellos. Hubo cierta estridencia ocasional en los violines, derivada de la amplificación electrónica, y un sonido un tanto rígido en el violonchelo.
Como propina, se ofreció otra de las notables composiciones del veneciano: la ‘Folía’.
