El cubo de Rubik vuelve y triunfa entre los jóvenes... ¡incluso daltónicos!
Lo que se lleva ahora no es resolverlo, sino ser el más rápido.
El cubo de Rubik es ya un objeto común en las casas de todo el mundo. El artilugio mecánico que diseñó el húngaro Ernö Rubik ha sobrepasado con creces las expectativas de su creador y es ahora un icono en sí mismo. Este entretenimiento de apariencia simple, pero que encierra una enorme complejidad llama la atención de millones de personas por todo el mundo. Por mucho que pasen los años, el cubo de Rubik sigue de moda.
Todo comenzó con un cubo 3x3, con cada una de sus seis caras de un color diferente. Es la versión más básica, y la que aparece en la mente de todo el mundo, pero hace décadas que dejó de ser la única. No tardó en aparecer el modelo de la pirámide, el ‘mirror’ (espejo en inglés), el 2x2, el 4x4, el 5x5, el megamix… Todos estos son ya "clásicos de toda la vida" entre los "cuberos", según cuenta Rosa Betrián.
Es propietaria de la tienda MaskeCubos, que comenzó en 2009 de forma online y abrió tienda física en la calle Valle de Zuriza, en Zaragoza en 2019. En su catálogo se pueden encontrar cientos de modelos diferentes, desde los ya mencionados a los que se han creado más recientemente. Uno de los últimos de la colección es el ‘platypus’ (ornitorrinco en inglés), cuya forma recuerda más a un pulpo. Betrián siempre busca novedades para los coleccionistas: "Van saliendo modelos continuamente".
Nuevos aficionados
"Lo veo como algo que va a perdurar", asegura. Su principal argumento, aparte de la larga trayectoria del cubo, es que ha visto cómo su clientela se rejuvenece con el paso de los años: "Ahora la gente joven es la que más tira". Para ellos, el reto ha cambiado. "En los 80 queríamos poderlo hacer -recuerda-, pero a los jóvenes de hoy en día lo que les gusta es competir".
Han surgido cientos de concursos en todo el mundo para todas las edades, incluso hay campeonatos nacionales y mundiales. No todos los modelos pueden competir, pero cada "clásico" tiene su propia categoría. Ya sea en la modalidad visual o a ciegas, la competición ofrece unos pocos segundos para observar el cubo y decidir la estrategia, y luego pone en marcha el cronómetro. Gana quien lo finalice en el menor tiempo posible.
Betrián nota esta tendencia entre sus clientes: "Ya no consiste en saberlo hacer, consiste en ser más rápido". De hecho, el modelo más vendido de su tienda en la actualidad es el cubo magnético. Su única diferencia respecto al 3x3 (o 4x4, o 5x5…) son sus imanes internos, que permiten que sus caras se giren con más facilidad y fluidez. Una necesidad para los ‘speedcubers’ (cuberos de velocidad en inglés, es el nombre por el que se los conoce) que buscan batir sus propios récords. La fiebre por la velocidad llega al punto de que se venden como modelos propios aquellos cubos que han logrado batir un récord del mundo, Betrián tiene en su tienda el cubo que lo batió por novena vez. "Les supone un reto manual y a nivel de inteligencia", razona.
Uno de estos asiduos de las competiciones es el zaragozano Sergio Bodega. Quedó cuarto en la modalidad a ciegas del 3x3 en el Campeonato de España celebrado en Madrid el año pasado, y tercero en la modalidad a ciegas del 4x4 en Albacete en 2019. Aprendió cómo resolver el cubo hace 25 años y empezó a "meterle caña" hace 10. Cuenta que tarda una media de 23 segundos en resolver el básico y que su récord está en 16,10 segundos. Una cifra que le gustaría seguir bajando. "lo normal sería que tardara 10 o 12 segundos -lamenta-, pero llevo seis o siete años años atascado en los 20 segundos".
Él tiene una dificultad añadida, ya que es daltónico. Aunque asegura que no le supone una gran desventaja: "Solo tengo que mirar bien qué cubos uso". Necesita colores estándar, que se diferencien bien unos de otros. Por ejemplo, si un naranja es demasiado claro, puede confundirlo con el verde.
Los más difíciles
Pero cuenta que lo que más le interesa no es la velocidad, sino los acertijos. El principal motivo de que se interesara por primera vez en el cubo de Rubik. "Mis favoritos son los que tardas en resolverlos porque son difíciles", afirma. El primero que se le viene a la cabeza es el ‘square’ (cuadrado en inglés), un cubo en el que los dados de cada cara presentan una forma diferente. "Es uno de los más difíciles que he visto", asegura. También menciona el mastermorfix 4x4, que tiene estructura de cubo pero forma piramidal.
Por su parte, al hablar de dificultad, la propietaria de Maskecubos señala el megamix monocolor que se deforma. En su opinión, uno de los más complicados que ha salido recientemente al mercado. De hecho, su dificultad estimada oficial es la más alta. Sin embargo, ella también considera igual de complejos los cubos de engranajes. "Tengo clientes regulares que me dicen que aún no han podido resolverlo", comenta.
Bodega habla del ‘square’ como de un auténtico reto, pero tan solo tardó entre 3 y 4 minutos en resolverlo por primera vez, además, ahora lo consigue en alrededor de 45 segundos. Para Betrián, esto es normal, y la razón de que la velocidad esté en auge: "Si sabes hacer el 3x3, sabes hacerlos todos".
