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Tyto Alba traslada al universo del cómic la aventura de 'El infinito en un junco' de Irene Vallejo

El dibujante asume el desafío de dar rostro humano al viaje por la historia, los libros, las bibliotecas y los autores que realiza la autora aragonesa

Una de aquellas embarcaciones, con libros a bordo, que surcaban las aguas del Mediterráneo.
Una de aquellas embarcaciones, con libros a bordo, que surcaban las aguas del Mediterráneo.
Tyto Alba/Debate.

Uno de los grandes escritores contemporáneos, Stefan Zweig, autor de ‘El mundo de ayer’ o ‘Momentos estelares de la Humanidad’, anotó que “los libros se escriben para unir, por encima del propio aliento, a los seres humanos y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido”. La cita, que pertenece al final de ‘Mendel, el de los libros’, la seleccionó Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) para ‘El infinito en un junco’ (Siruela, 2019) y la incorpora el artista y dibujante Tyto Alba (Barcelona, 1975) a la adaptación gráfica de ‘El infinito en un junco’ de la autora zaragozana: un libro ambicioso que intenta llevarnos de la mano, con una abundante y estudiada iconografía, por ese universo fascinante de las historias, los autores, la lectura y los sueños que convergen en los libros.

En la página 24 se recuerda algo capital: “El libro fue desde el principio un objeto flexible, ligero, preparado para el viaje y la aventura. Rollos de papiro que albergan en su interior largos textos trazados con cálamo y tinta: este es el aspecto de los libros que empiezan a llegar a la naciente Biblioteca de Alejandría”. ‘El infinito en un junco’ es algo más que una historia de los orígenes del libro en Grecia y Roma: es un proyecto que recorre la historia del mundo hasta nuestros días. 

No solo parte de Alejandro Magno, Ptolomeo o Cleopatra, capitales en el arranque, tanto como Sócrates, Platón o Aristóteles, o aquella Aspasia que hacía el amor con naturalidad ante los demás, sino que recorre la Edad Media, la obra de filósofos como Nietzsche o el poeta Hölderlin, y se encamina hacia la variada modernidad: en el libro aparecen cantantes como  George Brassens o Bob Dylan, cineastas como Clint Eastwood, John Ford o Akira Kurosawa, y numerosos escritores como Marguerite Duras (“Escribir es intentar descubrir lo que escribiríamos si escribiésemos”, dice), Constantino Cavafis, Lawrence Durrell, Paul Auster o Walter Benjamin, por citar algunos, entre muchos de todas las épocas.

Una escena que alude a Marcial en Roma, donde fue pionero de la venta por catálogo,
Una escena que alude a Marcial en Roma, donde fue pionero de la venta por catálogo,
Tyto Alba/Debate.

De algún modo, Irene Vallejo recuerda que todo está conectado, el pasado con el presente y tal vez con el futuro: recuerda que ‘La Ilíada’ y ‘La Odisea’ de Homero están anudadas al presente y han inspirado por igual a James Joyce que a Jorge Luis Borges, que es otro protagonista esencial.

Autor de libros sobre Federico Fellini, Balthus o la novela gráfica de ‘El olvido que seremos’ de Héctor Abad Faciolince, Tyto Alba hace un trabajo impresionante: no le ha asustado dar mucha información, ser fiel al libro y también a la autora, que sale en varias ocasiones en las viñetas. Por ejemplo, en la página 8, cuando inicia la redacción de este volumen totalizador, dice: “Me gusta escribir las primeras líneas, cruzar el umbral de un nuevo libro. Cuando he recorrido todas las bibliotecas, cuando los cuadernos revientan de notas enfebrecidas, cuando ya no se me ocurren pretextos razonables, ni siquiera insensatos, para seguir esperando, lo retrato aún varios días durante los cuales entiendo en qué consiste ser cobarde”. 

Tyto Alba hace un trabajo impresionante: no le ha asustado dar mucha información, ser fiel al libro y también a la autora

Agrega, como si estuviera más segura: “Con cada libro vuelto al punto de partida y al corazón agitado de todas las primeras veces”. Y pronto le llegan las primeras certezas y revela su ambición, que llegará como todo el mundo sabe a un puerto asombrosamente feliz e inacabable: “La historia real y documentada que voy descubriendo me parece tan asombrosa que invade mi sueños y cobra, sin yo quererlo, la forma de un relato”. 

Eso es lo que es este libro que ha dado la vuelta a España y al mundo: más de un millón largo de ejemplares vendidos, un sinfín de premios, traducciones a más de 40 lenguas y elogios y lecturas y relecturas por doquier. Mario Vargas Llosa, sojuzgado por el libro, dijo: “Tengo la seguridad absoluta de que se seguirá leyendo cuando sus lectores de ahora estén ya en la otra vida”.

La autora se zambulle en este empeño: “Siento la tentación de entrar en la piel de los buscadores de libros en los caminos de una Europa antigua, violenta y convulsa. ¿Y si empiezo narrando su viaje? Podría funcionar, pero ¿cómo mantener diferenciado el esqueleto de los datos bajo el músculo y la sangre de la imaginación?”.

Una de las páginas más bellas del conjunto: Zeus, a lomos de un toro, al galope sobre las aguas.
Una de las páginas más bellas del conjunto: Zeus, a lomos de un toro, al galope sobre las aguas.
Tyto Alba/Debate.

La oralidad, el amor, el destierro, amor a los clásicos 

La autora, con viñetas propias como personaje protagonista, reaparece en esas noches mágicas en que se madre le contaba y le leía historias (“ella era la rapsoda; yo, su público fascinado”); pero también cuando era objeto de insultos y acoso escolar y recuerda a su profesora Pilar Iranzo. Y más tarde, ya en la tarea de su investigación, cuando el librero Paco Goyanes, de Cálamo, le recuerda las librerías que quemaron en España y en Zaragoza, como Pórtico, de José Alcrudo. Tyto Alba se ha atrevido con todo: los orígenes, Alejandría, los egipcios, la piel de los libros, la oralidad (uno de los capítulos más fascinantes, sin duda), el alfabeto, el aprendizaje de la lectura, las primeras librerías ambulantes (en ese capítulo aparece María Moliner), las mujeres como auténticas tejedoras de historias y muchos otros asuntos.

El bilbilitano Marcial aparecen al menos en dos ocasiones; Irene y Tyto recuerdan que “el poeta tuvo la brillante idea de publicar en el mes de diciembre temporada universal del obsequio catálogos en verso de objetos para regalar”. Si antes hacíamos una alusión al erotismo, en el capítulo dedicado a la censura y al destierro reaparece. Felizmente, la civilización ha evolucionado. El sensual Ovidio no tuvo demasiada suerte con ‘El arte de amar’, que le ocasionaría el destierro, pero allí se expresó con sinceridad: “¡Que ninguna mujer haga conmigo el amor por obligación! Me gusta oír que su voz traduzca su alegría, que murmure que es preciso ir más despacio, que debo contenerme todavía. Me guste gusta ver a mi amante gozando con los ojos vencidos y que desfallezca y no permita que la acaricie más”. ‘El infinito en un junco’ también es un invitación a leer y una pequeña y selecta antología de libros, de frases y de emociones.

Tyto Alba ha confeccionado el guión y es fiel al original. El resultado final es un volumen generoso de texto, que estaría a medio camino entre el libro ilustrado y el cómic. En cierto modo, rica en colores, atmósferas, asuntos, registros, época, personajes y sensibilidades, la propuesta sería como ver un documental de imágenes que emergen del libro. Y ahí se ha hecho un formidable y meticuloso trabajo que seguirá ensanchando los lectores de “un precioso testimonio de amor por los clásicos, los libros, las bibliotecas y la lectura”, tal como lo ha definido el llorado Nuccio Ordine.

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Los libros también acompañaban en los caminos del más allá.
Tyto Alba/Debate.

LA FICHA

'El infinito en un junco'. Tyto Alba e Irene Vallejo. Adaptación gráfica. Debate. Madrid, 2023. 183 páginas. 

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