Amy Winehouse, el mito cumple 40 años

El rastro de la legendaria artista se agiganta estos días en el barrio londinense de Camden Town, donde compuso sus grandes éxitos.

Amy Winehouse
Amy Winehouse
EFE

"Fuerte, brillante, atrevida, dramática, rebelde, imaginativa, espontánea" son "buenas palabras para describir" a Amy Winehouse. Así se definía la icónica artista cuando era adolescente en unas anotaciones que hizo de su puño y letra en un cuaderno de espiral. El block forma parte del legado de diarios y manuscritos que dejó en su casa de Londres, donde murió por intoxicación de alcohol en julio de 2011 con solo 27 años. El rastro de la cantante, que habría cumplido este jueves 40, se agiganta estos días en el barrio de Camden Town, donde compuso sus grandes éxitos y sucumbió a la adicción y el acoso de los tabloides.

"Los recuerdos más entrañables que guardo son de veladas en su piso. Amy era muy divertida en privado. Contaba chistes, cantaba canciones y en las fiestas le daba cien vueltas bebiendo a cualquier marinero", evoca Deanne Jade Bierman frente a un grafiti de la compositora de 'Back to Black', el disco de 2006 que amasó cinco premios Grammys y ventas millonarias. "La gente piensa que se pasaba el día tomando drogas, pero no fue así. Hubo muchas risas y mucho cariño en su vida".

Delgada, con la piel tatuada, pronunciado maquillaje de ojos y un moño alzado al estilo 'beehive', la también cantante proyecta una versión madura de Amy Winehouse. "Mi madre es prima de su padre. La comunidad judía la repudió cuando se casó con un negro que no profesaba la fe. Se apartó de la familia y al principio no sabíamos que éramos parientes", rememora. Se conocieron en The Good Mixer, pub clave en la evolución del pop británico, como documentan fotografías, caricaturas y otros recuerdos que cuelgan de las paredes. El garito aporta contexto a 'Love is a Losing Game', tema del segundo y definitivo álbum de estudio. La canción alude a la tempestuosa relación que se gestó en torno a su mesa de billar entre Winehouse y Blake Fielder-Civil, que se hizo añicos en 2009 tras dos años de matrimonio.

Bierman planea conmemorar el cumpleaños en el Jazz After Dark, el club del Soho donde Amy cantó con 16 años. Quizá repita la versión de 'Rehab' que dedicó a su desaparecida 'alter ego' en 2016, aunque ahora se centra en el repertorio de Dolly Parton. "Me van mejor las notas altas", sonríe, antes de revelar que se tiñó de rubio ante el revuelo que causaba su parecido con la artista.

Colas junto a su estatua

'Amy Winehouse, icono', reza la placa de 'The Music Walk of Fame´ (Paseo de la fama). Se instaló en 2020 cerca de la estación de metro de Camden Town, camino del mercadillo. En sus reformados establos, asoma una estatua a tamaño real de la cantante, con expresión seria, minifalda de vuelo y tacones de aguja. Los turistas guardan a menudo cola para hacerse fotos abrazando el bronce de la autora de 'Frank', el rompedor debú discográfico de 2003. El Hawley Arms, que también se incluía en su ronda de poteo, conserva diversas memorias de su famosa clienta. Un enorme retrato de Amy cubre el muro trasero del mítico pub y, en la calle anterior, grafiteros han dejado constancia de la 'hija rebelde' de Camden. Bierman destaca el respeto que la icónica creadora sentía por su madre y las costumbres judías de la familia, pero reconoce que no atendía las directrices ni consejos de nadie.

El mismo sentimiento se transmite en 'Amy Winehouse: In her Words' (En sus palabras), libro recién editado en inglés que recoge un sinfín de listas de ideas e inspiraciones, estrofas de poemas y canciones, dibujos, informes escolares e imágenes de su efímera trayectoria. Los beneficios se destinan a la fundación que montaron sus padres en ayuda de menores adictos.

'Feliz cumpleaños', se puede leer en una postal sujeta a un árbol de Camden Square, la tranquila plaza londinense donde se alza la casa que acababa de renovar poco antes de su muerte. Al inicio de la acera se ubica el Centro Irlandés de Londres, que este jueves recuerda a su vecina con la proyección del documental 'Amy Winehouse: The Day She Came To Dingle', sobre el histórico recital acústico de 'Back to Black' que dio en la pequeña iglesia de Saint James, en el oeste de Irlanda, una noche tormentosa de diciembre de 2006.

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