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  • Gonzalo de la Figuera

Drexler y los Cadillacs imponen el poderío latino

Concierto de Jorge Drexler en el Vive Latino 2023 de Zaragoza.
Concierto de Jorge Drexler en el Vive Latino 2023 de Zaragoza.
Toni Galán

Dando por sentado, a la vista del éxito de público, que el Vive Latino se ha consolidado en su plaza zaragozana y su continuidad parece asegurada, a quien suscribe le apetece sacar a colación algunas conclusiones/reflexiones. Fundamentalmente una, que ya apuntamos en la anterior edición del festival: en líneas generales –siempre hay honrosas excepciones–, las bandas latinoamericanas dan sopas con honda a sus colegas españoles, sobre todo sobre el escenario. Y ahí entran en juego factores como la personalidad musical, la capacidad para asumir con naturalidad sus raíces y escapar de los patrones anglosajones, la energía y la actitud...

Ya se sabe que las comparaciones son odiosas, pero fijémonos en las dos bandas que cerraron el escenario principal cada noche: el sábado los argentinos Fabulosos Cadillacs demostraron que siguen siendo una poderosísima máquina de facturar rock mestizo, poliédrico y vibrante, mientras que la noche anterior los murcianos Viva Suecia –nuevo estandarte del indie patrio con vocación masiva– nos dejaron la sensación de ser pura filfa, de inanidad absoluta. La diferencia entre unos y otros es tan abismal como la sima de las Marianas.

Y un rato antes que los Cadillacs, el uruguayo Jorge Drexler volvió a realizar una deslumbrante exhibición de cómo practicar el oficio de cantautor en este siglo XXI. Palabras y rimas delicadamente engarzadas con el ritmo, con el candombe, la milonga, la cumbia y el rap, con las formas de la música urbana: arrollador ese ‘Tocarte’ que grabó con C. Tangana, exquisita esa ‘La edad del cielo’ con autotune, brillantes ejercicios entre el ‘spoken word’ y el rap con ‘¡Oh, algoritmo!’ y ‘Mi guitarra y vos’, la gozosa apelación a las pulsiones primitivas de la danza en ‘Bailar en la cueva’. Personalmente, las actuaciones de Drexler y Cadillacs han sido, de largo, las más destacadas que hemos visto en este Vive Latino (aunque, por supuesto, se nos ha podido escapar alguna, que uno no llega a todo).

Durante la jornada sabatina también pudimos apreciar el pop rebosante de sensibilidad de la mexicana Carla Morrison, apenas conocida por estos pagos (esa debería ser una de las principales funciones de este festival: dar a conocer la riqueza y variedad de la música latinoamericana, más allá de los nombres más populares). Los granadinos Lori Meyers andaban por el escenario principal, dando la sensación de que les venía un poco grande, y ahí volvemos a incidir en las limitaciones del indie pop nacional.

Otro de los platos fuertes de la velada era la actuación de Loquillo, de quien nada nuevo se puede decir a estas alturas. El barcelonés ejerce de frontispicio de sí mismo, de mascarón de proa de una banda con una consistencia a prueba de bomba, y despliega su catálogo de estudiadas poses mientras van sonando unas canciones que forman parte de la memoria colectiva. Tras el Loco, M-Clan se reivindicaron como una de las mejores bandas de rock de este país, y tuvieron el detallazo de dedicar ‘Miedo’ al tristemente desaparecido Iñaki Fernández: bien por ellos.

Y luego llegaron Los Fabulosos Cadillacs para dejar el sello de una banda imprescindible con temas como ‘Calaveras y diablitos’, ‘El muerto’, ‘Carnaval toda la vida’, ‘Mal bicho’ o ‘Matador’, transitando con apabullante exuberancia entre el rock, el candombe, el ska y otras muchas especias sonoras. 

festival vive latino ****
Actuaciones de Los Fabulosos Cadillacs, Jorge Drexler, Loquillo, M-Clan, Lori Meyers, Carla Morrison y otros.
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