sitios de leyenda y misterio
Excalibur en Castelserás: la leyenda artúrica revisitada en el Camelot bajoaragonés
La iniciativa de Ricardo Lop y Aceros de Hispania ha provisto al pueblo de un atractivo turístico en forma de gran espada clavada en piedra, dentro del lecho del Guadalope.
La película ‘El príncipe de Zamunda’, protagonizada por Eddie Murphy, hizo famosa la frase «es bueno ser rey». Rey fue Arturo en Camelot, con sus caballeros de la tabla redonda. Sacar la espada Excalibur de la piedra en la que estaba insertada le sirvió para legitimar su reinado, una hazaña que según la leyenda logró a edad muy temprana, después de que tipos mucho más grandes y fuertes fracasaran en el empeño.
Hace siete años, en un momento de indefinición política nacional, la población bajoaragonesa de Castelserás saltó a la primera plana nacional gracias a su propia Excalibur. Ricardo Lop, emprendedor local en la empresa Aceros de Hispania, redondeó con la iniciativa de clavar una espada en una piedra situada en mitad del lecho del río Guadalope a su paso por el pueblo, y propuso que el candidato a la presidencia del Gobierno que pudiera sacarla quedase legitimado (como Arturo en Camelot) para llevar las riendas de España.
Los hermanos Andolz, herreros locales, construyeron una espada de 12 kilos y 1,80 de altura, que costó 200 euros; Lop la ensartó después dos palmos y la fijó con una resina especial en la citada piedra del Guadalope (bajo un puente, en un punto del lecho de fácil acceso a pie desde la orilla) y lanzó su reto públicamente. No era el primer acto de márquetin de guerrilla que proponía al mundo: ya envió en su día una espada Tizona a Charlton Heston, dado que Castelserás está en el camino del Cid y el fallecido actor interpretó en el cine a Rodrigo Díaz de Vivar hace 62 años.
Lop ha hecho unas cuantas. Junto a un amigo, llevó aceite del Bajo Aragón a la plaza de San Pedro en el Vaticano, ya que se usa allí para ungir los santos óleos. Aceros de Hispania también ha mandado materia al Metropolitan de Nueva York, a la Ópera de Londres, al Teatro Real de Madrid, al rodaje de alguna de las entregas de ‘Torrente’ (para deleite de Santiago Segura, que los tiene como grandes amiguetes) y a Televisión Española para una expedición por el Amazonas. Este año envió a la Embajada del Reino Unido en España una espada para la coronación de Carlos III del pasado 6 de mayo. El mensaje, nada sutil pero cariñoso, era emplearla para recuperar el peñón de Gibraltar con «una sonrisa».
Lo cierto es que con todas estas acciones, más el aliciente por los excelentes productos de la panadería centenaria de la familia, los Lop han puesto a su querido pueblo en el mapa, y raro es el día en el que no hay ningún turista empeñado en hacer su intento con la ‘Castelibur’ para reclamar un reino o, al menos, una bolsa de ricas magdalenas y sequillos.
