Niacinamida, resveratrol, glicólico… guía para no perderse con las cremas en verano

De texturas más ligeras y con alta protección solar, los tratamientos diarios para la piel en los meses de calor tienen su propias reglas. La experta Miriam Chueca las desvela.

Miriam Chueca, la cara detrás de Cosmética a Prueba.
Miriam Chueca, la cara detrás de Cosmética a Prueba.
Guillermo Mestre

Menos es más. Una máxima aplicable a muchos aspectos de la vida y que Miriam Chueca sigue como una religión verano tras verano. Claro que, hablando de cuidados de la piel en estos meses calurosos, la fina línea entre ‘menos’ y ‘nada’ debe tener un trazado muy definido y jamás ser cruzada.

De hecho, menos no significa de peor calidad, sino que los tratamientos que nuestro cutis necesita son más ligeros y multifuncionales, lejos de los productos untuosos y envolventes que tanto apetecen en invierno.

“En verano sudamos más, y con el calor son preferibles las texturas menos densas”, cuenta Miriam, periodista, máster en dermofarmacia y formulación cosmética, incansable estudiosa en ese campo y también gran divulgadora. A su juicio, en esta época del año se puede reducir la rutina diaria para cuidar la piel, “algo que también nos vendrá genial si viajamos, porque llevaremos menos tarros encima”, ríe. Ojo, reducir significa limpiar, aplicar tratamientos específicos, hidratar a tope y, por supuesto, proteger del sol. Que no es poca cosa, pero sí marca la diferencia entre tener una piel apagada e irritada y lucirla sana, iluminada y bien jugosa.

Pero… ¡qué pereza darme cremas y ungüentos si estoy de vacaciones y solo quiero relajarme! “Si el plan del día es ir a la playa, la piscina o la montaña, con una buena limpieza que elimine los residuos que genera la piel por la noche, y bien de protección solar SPF50 o 50+, estamos listas para salir por la puerta”, ilustra Miriam. Atención, que limpiarse solo con agua “significa que simplemente te has mojado la cara”. Indispensable usar un limpiador “suave y respetuoso con la piel e indicado para el tipo que tengamos”.

Esta experta incide también en la importancia de los antioxidantes en verano. Son esos productos que ayudan a frenar el daño oxidativo que el sol, el estrés o la contaminación producen en la piel, y en el mercado hay unos cuantos. El más conocido e importante es la vitamina C, pero también entran en esta categoría las cremas o sérums que contengan niacinamida, ácido ferúlico o resveratrol. “Se suelen usar por la mañana y funcionan genial, pero si nos los aplicamos antes de ir a la playa o la piscina los antioxidantes pueden oxidarse y no hacer efecto por lo que estaremos tirando el dinero”, explica.

Porque Miriam Chueca lo sabe todo sobre rutinas de belleza, tipos de pieles y cremas y potingues adecuados para cada ocasión. ¿Recuerdas los componentes de las lociones citados en el párrafo anterior? Ella sabe de lo que habla. También conoce los efectos de otros como la azeloglicina, la fibronectina o el bisabolol, distingue las vitaminas y oligoelementos necesarios para hacer revivir la tez más castigada, te puede contar el secreto para darle un toque de ‘glow’ a cualquier piel y es capaz de leer (y entender, sin despeinarse,) la larga, complicada y a veces abstrusa formulación de los productos cosméticos.

Estudios y comparativas

Los resultados de sus estudios de campo, sus comparativas e incansables búsquedas de nuevos productos los plasma en su cuenta de Instagram y en su página web, Cosmética a Prueba. “Y no me caso con nadie. Cuando pruebo algo que me gusta, lo recomiendo y explico por qué y para qué tipo de piel está indicado; enseño cómo aplicarlo, qué contiene, cuánto cuesta y si su precio está ajustado respecto a otros productos similares. Lo mismo si el producto no me gusta tanto, o directamente no me convence. A mí las marcas no me pagan por hacerles publicidad, y de hecho hay algunas que no me mandan nada después de una reseña que les ha escocido. Pero es que yo explico las cosas como son. Y creo que mis lo seguidores agradecen”, asegura Miriam.

Tanto, que sus dos canales de información en internet cuentan sus adeptos por miles, y la cosa va en aumento. Si en Instagram sube entradas o vídeos cortos en los que explica rutinas, descubre productos o comparte pequeños secretos, en su blog puede hacer comentarios más largos y elaborados que no tienen tanta cabida en redes por la inmediatez y la rapidez con la que se consumen. Y ha creado su pequeño oasis de ‘influencer’ verificada en medio de cientos de perfiles que prometen resultados espectaculares tras usar tal o cual producto durante tres días. “A las empresas se lo digo, y a mis seguidores también. Para que empiecen a hacer efecto, tienes que utilizarlos como mínimo un mes, y a veces los primeros resultados son tan sutiles que ni se notan”, afirma.

Volviendo a las rutinas veraniegas, Miriam recuerda que durante la exposición directa al sol es interesante usar solares de amplio espectro que protejan de tanto de los rayos UVB como de los UVA, “y pobre de tu piel si no te has reaplicado el protector varias veces”. Después de la agresión que supone la exposición solar, el cutis necesita mimos que lo calmen. Bienvenidos entonces los antioxidantes que no hemos aplicado por la mañana, bienvenidos también (no en vez de) las hidratantes con ácido hialurónico, ceramidas o glicerina, y con activos calmantes como el pantenol o la centella asiática. Incluidas las pieles grasas, adiós al mito de que no la necesitan. Y si tenías pensado iniciarte en los tratamientos potentes, con ácido glicólico o retinol… mejor espera al otoño, consejo de experta.

¿Más consejos? Miriam Chueca los ofrece, bien a través de asesorías personalizadas como con masterclases de aforo reducido.

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