FOTOGRAFÍA. OCIO Y CULTURA

El primer 3D de nuestro ayer: la fotografía estereoscópica de los siglos XIX y XX

José Antonio Hernández Latas coordina a grandes especialistas en el III volumen de las Jornadas de Fotografía dedicada a esta modalidad de la imagen

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La cascada Iris del monasterio de Piedra, una de las grandes fotos sobre Aragón del gran fotógrafo Jean Laurent y sus colaboradores.
Jean Laurent/Colección Hernández Latas.

José Antonio Hernández Latas es uno de nuestros principales investigadores en la fotografía anterior a la Guerra Civil y una apasionado de la pintura del siglo XIX, entre otras materias. A él le debemos, entre otras cosas, el estudio de la fotografía estereoscópica, el esclarecimiento del mito José Ramos Zapetti (el zaragozano que pudo haber sido el inventor de la fotografía en su estudio de Roma; en realidad, era el pintor leridano José Zanetti, que residió y pintó en Zaragoza), o el estudio minucioso de la trayectoria de Mariano Júdez y de Lucas Cepero, asesinado en el entorno de la plaza de Sas.

Desde 2015 es el coordinador de las Jornadas sobre Investigación de Historia de Fotografía, que patrocina la Institución ‘Fernando el Católico’, de las que publica después unos libros que son de referencia por su variedad, su ambición, su calidad y la extensa lista de colaboradores y ponentes. Siempre, como amigos tutelares y como sabios de la materia, están Francisco Boisset y Stella Ibáñez.

El volumen acaba con un lugar común:  la obra 'Los Borbones en pelotas' no es obra de los hermanos Gustavo y Valeriano Bécquer, como se creía, sino que «podemos identificar la mano de Tomàs Padró y Eusebi Planas», dice Albert Domènech Alberdi  

Hace algunas semanas aparecía el tercer tomo, ‘La fotografía estereoscópica o en 3D, siglos XIX y XX’ (IFC. Zaragoza, 2023. 452 páginas), que es un volumen espectacular, y no son ganas de elogiar por elogiar. De entrada, una de las primeras sensaciones que se sacan de un libro en el que se han cuidado todos los detalles –los textos, las notas, el rigor de la investigación, los rescates de figuras poco conocidas cuando no olvidadas, y por supuesto las imágenes– es que la modalidad, descubierta la fotografía en 1839 por Daguerre, posee una dimensión documental y artística impresionante. En Inglaterra, Italia, Portugal, Francia y, por supuesto, en España. Y en Aragón, claro.

Ramón Lasaosa estudia la figura de Rodoldo Albasini y se incorpora esta fotografía de 1924. La luz es extraordinaria.
Ramón Lasaosa estudia la figura de Rodoldo Albasini y se incorpora esta fotografía de 1924. La luz es extraordinaria.
Rodolfo Albasini.

Fotos de todo y con arte

La fotografía estereoscópica fue tan importante que fue mucho más allá de las famosas ‘vistas’, asunto capital, para llegar al retrato e incluso al reportaje. Aragón no es tema fundamental del libro, pero está muy presente. No solo suscitó el interés de nuestros fotógrafos, de los que tenían estudio en nuestras ciudades –de Mariano Júdez, el propio Hernández Latas documenta todos sus estudios, casi casa por casa y sus expediciones y su entrega absoluta– sino de otros como Jean Laurent, al que se le dedican dos trabajos: ‘Negativos estereoscópicos de la casa Laurent’ de Carlos Teixidor Cadenas y ‘La casa Laurent y la fotografía estereoscópica’; en el primero podemos ver la Torre Nueva y la Torre de San Gil, hacia 1876, y en el segundo una toma espectacular en el monasterio de Piedra.

Hay verdaderas revelaciones y curiosidades, y apenas podemos aquí más que enunciarlas: los dos artículos sobre Charles Piazzi, ‘Cámaras, telescopios y mulas: Charles Piazzi Smyth camino al Teide’, de Rachel Bullough Ainscough, redactado en inglés, y ‘Teneriffe an astronomer’s experiment’ (1858): los ejemplares del libro de Piazzi Smyth conservadores en Canarias’, de Elisa Díaz-González, que explican la aventura estereoscópica desde la cumbre del Teide, en 1856, donde realizó unos experimentos científicos. Pablo Martínez Muñiz escribe de ‘Francis Frith, la estereoscopía y Oriente: el álbum Egypt, Nubia and Ethiopia, 1862’; o Stéphany Onfray ya aborda un asunto muy actual: ‘Mujer y fotografía estereoscópica: retos sociales, comerciales y expresivos de las escenas de género’.

Hay textos sobre fotógrafos, sobre coleccionistas, sobre archivos concretos y fondos documentales (entre ellos el Museo del Prado) sobre comunidades autónomas (Castilla-La Mancha, Cantabria, Cataluña) o países como Lituania. Entre las investigaciones destaca, por ejemplo, el trabajo de Albert Domènech Alberdi que medita sobre ‘Origen, autorías y contexto del álbum político-caricaturesco-pornográfico de Los Borbones en pelota a partir de unes cartes de visite’, que acaba con un lugar común: no es obra de los hermanos Gustavo y Valeriano Bécquer, como se creía, sino que «podemos identificar la mano de Tomàs Padró y Eusebi Planas», dice.

Otra foto oscense, en este caso de los hermanos Viñuales.
Otra foto oscense, en este caso de los hermanos Viñuales, de Alquézar.
Hermanos Viñuales.

Múltiples ecos de Aragón

Aragón, como avanzábamos, está muy presente. Para comprender mejor este fenómeno es pedagógico, erudito y divertido el trabajo ‘Cámaras fotográficas estereoscópicas en la colección Boisset-Ibáñez’, de Paco y Stella, repleto de iconografía de las cámaras que describen con pulcritud en sus datos técnicos y en sus usos: la cámara de colodión húmedo de origen francés, la Underwood The Steregograph, 1886, las cámaras detective, la Cámara N.º 2 Stereo Kokak, la Verascope 1913, etc. María Teresa Iranzo Muñío recorre ‘La estereoscopia en las colecciones y archivos fotográficos del Gobierno de Aragón’, que contempla los fondos de Manuel Coyne, Requejo, el SIPA y José Galiay, entre otros.

José Antonio Hernández Latas firma un completo trabajo sobre los hermanos Júdez, Mariano y Toribio Júdez y Ortiz, que estuvieron en Zaragoza, en el monasterio de Piedra y en Panticosa. Ramón Lasaosa estudio ‘La fotografía estereoscópica en la producción de Rodolfo Albasini’, del cual organizó una gran exposición en las salas de la Diputación de Huesca; se publica una foto de 1924, ‘Anzaschina’, que es toda una maravilla, una joven con rastrillo que parece anticipar la modernidad. Luis Ayerbe, Luis Castelo y Juan Miguel Sánchez Vigil nos aproximan a ‘La colección estereoscópica del médico zaragozano Enrique Pratosí’, de 2000 positivos en vidrio. Y no podemos olvidar otra gran aportación: ‘La colección de las imágenes estereoscópicas de la Confederación Hidrográfica del Ebro, 1929-1934’, que tanto debe a su fundador Manuel Lorenzo Pardo, escrito por Consuelo Pérez, Félix Peláez y Francisco Perla.

Esto, como habrán deducido, solo es un breve avance. El libro es espléndido; si aman la fotografía, la historia y la belleza, más.

Puente de Piedra y basílica del Pilar con su cúpula mayor en construcción. Obra de Mariano Júdez.
Puente de Piedra y basílica del Pilar con su cúpula mayor en construcción. Obra de Mariano Júdez.
Mariano Júdez/Colección Francisco Palá.

LA FICHA

'III Jornadas sobre Investigación en Historia de la Fotografía. La fotografía estereoscópica o en 3D, siglos XIX y XX'. Editor: José Antonio Hernández Latas. Institución 'Fernando el Católico'. Zaragoza, 2023. 452 páginas.

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