LETRAS ARAGONESAS. Ocio y cultura
Jesús Soria Caro: “Luis Buñuel es un maestro: es la Generación del 27 que se hace cine”
Jesús Soria Caro, poeta y profesor, publica una nueva edición de ‘The End (Interludio), su personal homenaje poético a la historia del cine
El profesor y poeta Jesús Soria Caro (Zaragoza, 1977), colaborador de HERALDO, presenta un nuevo poemario: ‘The End (Interludio), que es su peculiar homenaje al séptimo arte. Esta es una edición corregida y ampliada que publica Los Libros del Gato Negro. Lleva un prólogo de Alfredo Moreno y un epílogo de Alfredo Saldaña.
¿Cuál es su primer recuerdo de cine, ese que no ha podido borrar de la cabeza?
King Kong en blanco y negro en la azotea del Empire State, y películas como La Diligencia o los Hermanos Marx. Veía cine clásico en mi infancia.
¿En qué momento se dio cuenta del vínculo de la poesía y el cine?
Desde pequeño. Soñaba, veía cine clásico, lo vivía como real. Luego durante la semana no paraba de hablar de lo que había visto.
El zaragozano José María Conget hizo hace años una antología de poesía de cine. ¿Le debe algo, le marcó ese trabajo?
Sí, sin duda alguna es uno de mis referentes, al igual que el poeta y editor Pere Gimferrer.
¿Qué sería ‘The End’, el libro de un cinéfilo un tanto caótico en su elección o el de un poeta que ha hallado en las películas “la piel de las estrellas”?
Las dos cosas, veo la realidad como si fuera un Don Quijote posmoderno, pero el sueño que filtra mi mirada no son las novelas de caballerías sino el cine.
¿De manera sencilla, qué ha metido, es decir qué cine le gusta, y qué ha dejado fuera?
He metido películas en las que encontraba algo cercano a mi vida, a mis deseos. El yo poético del libro es un reflejo en el que muchos yoes (lectores) tal vez puedan encontrar algo que les conecte con lo vivido. He buscado en los personajes la metáfora de la vida. Todos hemos perdido como Rick Blaine, pero había dignidad y belleza en nuestra derrota, a todos nos gustaría volver al paraíso de nuestra infancia, en mi caso a Arnedillo. Cada uno querrá regresar a su Innisfree, como en ‘El Hombre tranquilo’ o vivir una infancia de amor al cine como en ‘Cinema Paradiso’
Hablemos de mitomanías. ¿En qué película se querría quedar a vivir?
En ‘Horizontes perdidos’, en Shangri-La donde no existe el tiempo y la mayor riqueza se invierte en comprar libros para preservar lo mejor de la humanidad cuando llegue la barbarie.
Le declara su amor a Madeleine-Kim Novak, de ‘Vértigo’. ¿Por qué a ella, y a quién más se lo declararía?
Kim Novak era en ‘Vértigo’ una mujer misteriosa, luminosa, parecía un ser que brilla más allá de la muerte. Y también a mi mujer, Marián Cuéllar, que es la protagonista de la mejor película que es la vida, todos tenemos algo de personajes de la realidad. Somos el sueño de algo que nos sueña como decía Borges. ‘La vida es sueño’ y parece ficción.
Le preguntaba por el cine, no por la vida real. ¿Por qué elige ‘El perro andaluz’ y ‘Los olvidados’ de Luis Buñuel?
Luis Buñuel nos pedía en ‘El perro andaluz’ rajar la antigua mirada, nacer a una mirada nueva, libre, poética, más creativa. Era poeta, escribió versos, y concibió la película aludida como una metáfora visual. Es un maestro: es la Generación del 27 que se hace cine.
¿Quiénes son sus dos o tres o cuatro directores favoritos y por qué?
John Ford, Billy Wilder, Alfred Hitchcok y Jack Arnold. Ford es el mejor retratista de la derrota, estaba dolido con la vida, pero la amaba profundamente. Su cine aborda la defensa de los perdedores, la nostalgia por el pasado perdido. Wilder es un romántico disfrazado de cínico. Conocen el alma humana. Ver sus películas es ver vida en la pantalla. Hitchcock es bien conocido. Y Arnold firmó, entre otras películas, ‘El increíble hombre menguante’.
Por si hay algún despistado que piensa que va a leer sinopsis, descripciones o visiones más o menos poetizadas, ¿qué le diría qué es ‘The End’, a qué se van a enfrentar, qué poeta de cine hay en usted?
El cine es la metáfora de la vida, cada personaje y cada película son una forma de ver la realidad con los ojos de los sueños del cine, confundir con su filtro nuestra mirada. Ser Don Quijotes que ven la realidad desde la mirada del cine. La sueñan para que sea mejor, luchan por cambiarla.
TRES POEMAS DEL LIBRO
*****
LOS OLVIDADOS
Todas las ciudades que te acogen, historia,
en sus hospitales de negación
cuando enfermas de olvido.
Eres la madre moribunda de los tiempos
en la que nacen futuros enfermos
de irrealidad que han muerto en el progreso.
Son tus hijos los que asesinan a su padre,
Edipor que no entienden a su progenitor, Ambición,
pero aman a su madre sin saber
que ella es quienes fueron y volverán a ser.
*****
‘UN PERRO ANDALUZ’
[Es peligroso asomarse al interior.
Luis Buñuel.]
Ojo rasgado por
la cuchilla del deseo,
una nube cortada por
la luz del cuerpo,
desnudo de sombras
en el color de la libertad.
Sangre ante
la antigua mirada,
estamos ciegos
de deseo,
necesitamos ver
las formas
de otra realidad.
****
‘VERTIGO’
Madeleine, te amo
en otros cuerpos,
en el sueño
de la vida,
en el vértigo
de la verdad.
Julie, te deseo
en la necrofilia
de las identidades,
te busco
en la velocidad
de tu piel,
en los campanarios
del miedo.
Fetichista de un recuerdo,
yoi, Pigmalión,
te crearé en los suicidios
de los nombres,
en la verdad
de las máscaras.
Te amaré en tu muerte,
en el vértigo de tu ausencia.
