Huesca enciende los focos del Festival de Cine con la gala dedicada a Carlos Saura

El Festival Internacional de Cine de Huesca emprendió ayer el camino de la 51ª edición con «la ilusión de todos los inicios y la experiencia acumulada en medio siglo de vida», dijo su directora, Estela Rasal a los espectadores que llenaron el Teatro Olimpia para presenciar la gala inaugural del certamen. El acto culminó con un entrañable homenaje a Carlos Saura, el cineasta oscense fallecido el pasado febrero a los 91 años y que da nombre al Premio Ciudad de Huesca, entregado este año al realizador chileno Pablo Larraín.

La viuda de Saura, Eulalia Ramón, y la hija de este, Anna, entregaron el galardón junto al concejal de Cultura en funciones Ramón Lasaosa. Momentos antes, ambas habían recibido un premio Danzante de Honor y un libro con los mensajes que dejaron quienes vieron el cortometraje ‘Goya 3 de mayo’, su interpretación cinematográfica del lienzo del mismo nombre del pintor de Fuendetodos.

Fue toda una sorpresa para Eulalia Ramón, quien manifestó que su hija y ella llevan a Huesca «en el corazón porque así nos lo transmitió Carlos». «Para él, su tierra era el centro del universo», añadió. Anna Saura señaló: «Ni recuerdo la primera vez que vine» porque fueron muchas las ocasiones en las que acompañó a su padre al Festival de Cine. «Gracias por la labor que hacéis, por el apoyo los cineastas emergentes», manifestó.

Pablo Larraín pronunció unas breves palabras de agradecimiento y señaló que los cortometrajes, razón de ser del Festival de Huesca, son «no solo semillas de futuros cineastas sino también difíciles ejercicios audiovisuales». Se refirió a Saura como «una figura muy relevante» por su labor de fotógrafo y por haber dirigido películas muy diversas.

Durante la rueda de prensa de la mañana lamentó no haberlo conocido en persona porque «me llama la atención, y es algo que de alguna manera he intentado hacer, la diversidad de su trabajo». «Hizo películas con vocación para el público, algunas personales, otras políticas, pero siempre con una perspectiva ideológica consistente», añadió.

En la gala se proyectó el último trabajo de Larraín, ‘Spencer’, un filme sobre «los días más tormentosos de la princesa Diana». «Es una paradoja filmada en Alemania, con una actriz americana (Kristen Stewart), un director chileno y una princesa inglesa», comentó divertido.

Sobre sus proyectos, explicó que está terminada la película ‘El Conde’, que distribuirá Netflix. Es una historia sobre Augusto Pinochet, «que no está muerto, sino que es un vampiro anciano». Larraín trabaja ahora en ‘María’, película sobre María Callas en la que participará Angelina Jolie.

Argentina, país de honor

Anoche se entregó también el Premio Pepe Escriche, instaurado en 2009 en homenaje a uno de los precursores del Festival y director del mismo más de 30 años. Reconoce el trabajo por el entendimiento entre culturas a través del cine y fue para Ventana Sur, el mercado de contenidos audiovisuales más importante de América Latina, que se celebra en Buenos Aires. Su codirector, Bernardo Bergeret, recogió el galardón de manos de Luis Artero, presidente de Oscafilme.

Argentina inaugura, precisamente, una nueva figura honorífica del certamen, la de País de honor , con actividades que promoverán su cinematografía y cultura de forma multidisclipinar.