'Días sin escuela', un fresco de posguerra en la primera e inédita novela de Umbral

Se trata de un relato breve que los estudiosos de su obra sitúan como su primera novela.

Foto cedida por el Instituto Leonés de Cultura en la que Francisco Umbral recoge el premio por 'Días sin escuela' en 1965
Foto cedida por el Instituto Leonés de Cultura en la que Francisco Umbral recoge el premio por 'Días sin escuela' en 1965
Efe

Francisco Umbral pasó unos años decisivos de su formación en León, adonde llegó en 1958 durante una época que recreó en 'Días sin escuela', un relato breve que los estudiosos de su obra sitúan como su primera novela, un fresco de la posguerra en provincias.

El Instituto Leonés de Cultura (ILC), dependiente de la Diputación de León, ha recuperado este relato de Umbral (1932-2007), de apenas 75 páginas, cuya única difusión fue incluirlo en el número 6 de la revista 'Tierra de León' al haber ganado en 1965 el premio Provincia de León.

Hallazgo tras décadas de olvido

La iniciativa partió del profesor de literatura Alfonso García, fundador y director durante casi treinta años de 'El Filandón', suplemento literario de Diario de León, quien había "redescubierto" la novela tras décadas de olvido.

Tuvo noticia de su existencia hace más de una década cuando, durante una conversación con un expresidente de la Diputación, éste le desveló que había sido miembro de un jurado que había premiado una obra de Umbral.

"Me quedé con la copla y busqué entre toda la bibliografía de Umbral la novela que pudiera corresponder al citado premio, pero no encontré nada y aparqué el asuntó hasta que unos tres años después deduje que al ser la persona que me dio la pista vicepresidente de la Diputación, el galardón tal vez tuviera algo que ver con dicha institución", ha proseguido.

Escondida en 'Tierras de León'

"Y así fue cómo "escarbando" en la colección de la revista 'Tierras de León"' encontró "muy escondida" la citada obra, que transcribió y guardó convencido de que debía ser publicada por su calidad y como testimonio del proceso de formación del que llegaría a ser un gran escritor.

En 2015, con ocasión del medio siglo de la concesión del premio, el profesor escribió un amplio artículo sobre la novela y fue entonces cuando empezó a llamar "a diversas puertas" con la esperanza de que se publicara, hasta que trasladó el asunto al director de proyectos del ILC, Emilio Gancedo.

Gancedo firma el prólogo de la novela, que será presentada mañana en el Ateneo de Madrid, en la que Umbral recreó las andanzas de una pandilla de niños que explora el León de posguerra hallando juegos y aventuras donde los adultos no veían más que las carencias y desolación que había dejado la Guerra Civil.

"De este libro, absolutamente leonés por lo que respecta a personajes y ambientes, hay que destacar ante todo su alta calidad literaria y el hecho de que, en él, Umbral ya anticipa tanto su particular estética como su inconfundible estilo, casi con toda la brillantez de etapas posteriores en su carrera profesional", ha explicado Gancedo a EFE.

El mejor Umbral

Se trata de un texto que en su opinión "preludia el mejor Umbral y que además forma un todo con los primeros libros que publicó ('Tamouré', 'Balada de gamberros' y 'Larra, anatomía de un dandi'), inaugurando así sus llamadas 'Novelas de adolescencia’”.

Es una novela "inaugural, tierna y callejera, elegante y lírica, tan nuestra", ha añadido.

Umbral 1985, año cero

El primer contacto del escritor con León, en los años cuarenta, data de su adolescencia cuando llegó a la ciudad a pasar unas navidades con unos familiares, pero fue en 1958 cuando, una vez dejada atrás su etapa de botones en el Banco Central de Valladolid, regresó a la ciudad y participó activamente de su vida cultural.

El entonces veinteañero escritor había sido llamado por su primo José Luis Pérez Perelétegui a ocupar un puesto de administrativo en la emisora La Voz de León, de propiedad estatal, que por entonces dirigía, pero sus grandes dotes para la creación y la comunicación le llevaron a hacerse cargo de las crónicas nocturnas, y el 29 de mayo de 1958 firmó por primera vez como Francisco Umbral.

Vivió en León durante dos años y medio, un tiempo fecundo en el que entabló amistad con escritores leoneses de la talla de Antonio Gamoneda, Antonio González de Lama y Antonio Pereira.

Fue también en esta ciudad donde consiguió, en 1961, su primer premio literario, que había convocado Diario de León, gracias a un relato titulado 'La paloma' y en ese periódico publicó los textos que leía en la emisora en la columna titulada 'La ciudad y los días'.

Finalmente, en febrero de 1961, Umbral se marchó a vivir a Madrid, pero siguió manteniendo contacto con León y prueba de ello es que en 1965 se presentó al premio de novela corta convocado por la Diputación, que ganó con su ahora recuperada 'Días sin escuela'. 

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