José Moñú expone en el metaverso con una galería de Nueva York
Se trata de su primera muestra individual del zaragozano, bajo el título ‘Crunchy Paintings’, realizada en colaboración con la galería ‘Surfergirl’.
El futuro ya está aquí. Y sino que se lo digan al pintor zaragozano José Moñú (Zaragoza, 1981), que hace unos días inauguraba su primera exposición individual en el metaverso, titulada ‘Crunchy Paintings’, de la mano de una galería neoyorquina: ‘Surfergirl’. Todo un hito para el artista aragonés que asegura estar viviendo el proceso con mucha ilusión.
“Con la llegada del metaverso se abren muchas nuevas posibilidades, también para los artistas. Podemos hacer cosas diferentes y, desde luego, tenemos que aprovecharlas”, admite. Además, asegura que el interés por las artes plásticas está en alza.
En este caso, accedemos a la sala dedicada al aragonés desde una cafetería zaragozana. El metaverso está al alcance de todos, prácticamente sin limitaciones para quien disponga de un dispositivo electrónico con acceso a internet. En su interior, gracias a un avatar predefinido -el cual es personalizable- podemos pasear por la sala en la que aparecen un total de 12 lienzos -digitalizados y convertidos al formato NFT-. Podemos disfrutar de las obras, cada una acompañada de su descripción, como en cualquier museo; comentarlas con otros usuarios incluso por audio, y adquirirlas. ¿El precio? 200 euros la pieza, o 0,12 ethereum.
“El comprador adquiere un vídeo NFT encriptado, un certificado de autenticidad de esa pieza. De cada una he realizado un total de diez copias”, relata el artista. Destacan por su colorido y vistosidad. Obras como ‘Eyes everywhere’, ‘Sapo’ o ‘Pink Ice cream’ invitan al visitante a reflexionar sobre la velocidad en la que ocurre todo en nuestros días: “Vivimos en un mundo en el que pasan un montón de cosas a la vez. Rodeados de mucha presión, de mucha información… por eso pinto cuerpos estáticos y cabezas con mucho colorido y movimiento”.
Moñú ha pintado desde que tiene uso de razón. “Nunca he hecho otra cosa”, admite. Hasta la fecha sus obras han viajado a distintos puntos de España, Estados Unidos, Berlín o Laponia. “Y ahora hasta el metaverso”, bromea. Y es que, como explica, el arte digital también le ha permitido llegar a más personas. Eso sí, por más lejos que lleguen sus obras, algunos de los originales, acrílicos sobre lienzo; permanecen todavía en su taller de Zaragoza.
No es la primera vez que Moñú prueba en esto del mundo digital. De hecho, triunfa en las redes sociales con más de 14.000 seguidores tan solo en Instagram. Su primera exposición en el metaverso fue participando en una colectiva de la mano de la misma galería, ‘SurferGirl NY’, con sede en Nueva York y Miami. “Fue el pasado mes de noviembre, en una exposición que homenajeaba al mismísimo Picasso, titulada ‘Picasso UneXpected Spain’ y que también pudo verse en físico en Miami”, rememora.
Fue a través de un contacto en el consulado como conoció a Marcia Lorente, galerista radicada en Nueva York y fundadora junto a Carol Murphy de la galería neoyorquina hace ya tres años. Además, Lorente es nieta de un turolense. “Yo también soy pintora, pero siento que el metaverso es el futuro del arte y aunque sea muy experimental y no sepamos muy bien lo que estamos haciendo, hay que tirarse en plancha”, afirma la artista.
“Nuestra galería surge con dos objetivos, visibilizar el papel de la mujer en el mundo del arte emergente, y, dentro de éste, defender lo que nosotras denominamos ‘Arte feliz’, que es como llamamos al tipo de arte que nos gusta huyendo del topicazo del artista que sufre”, admite. Además, se trata del primer hombre -o ‘Surfer boy’, como lo denominan- que expone en su galería. “Quien conoce la obra de José sabe que es un exponente perfecto”, añade.
Un mundo de posibilidades
Murphy es la Chief Metaverse Officer de ‘Surfergirl’, es decir, la culpable de la creación de esta galería en el metaverso. “Es un mundo nuevo para todos, pero muy emocionante”, asegura desde su oficina de Buenos Aires, en Argentina. Ella ha sido la creadora de la sala de exposiciones, y quien le ha dado a la obra de Moñú una identidad digital. “Tenemos que ser capaces de aprovechar las ventajas que nos ofrece el medio digital. Por ejemplo, el mantenimiento de esta galería no da gastos. La obra de José puede estar expuesta todo el tiempo que quiera y disfrutarse desde cualquier punto del mundo”, añade.
Y es que el metaverso se presta a probar cosas nuevas, en todos los aspectos. Moñú ha sido el primer hombre que expone en su galería, y también el primer aragonés. Se trata, asegura, de un mundo nuevo sobre el que todavía no existe una formación específica: “Todavía queda mucho por avanzar en esta línea, pero es el futuro”.
