8-m: la mujer y la música

Pilar Almalé: "Todavía hay muchas labores musicales que siguen ocupando mucho más los hombres que las mujeres"

La música zaragozana, cuyo último disco se titula 'Hixa mía', demuestra su maestría con la viola da gamba. 

La música zaragozana Pilar Almalé.
La música zaragozana Pilar Almalé.
Heraldo.es

¿Ser mujer le ha supuesto algún tipo de obstáculo en su carrera musical?

Es imposible saber cómo de mejor o peor me hubiera ido con otro género u otra condición, pero indudablemente como mujer sí he sufrido ciertas discriminaciones en mi profesión a través de comentarios, actitudes e incluso algún abuso por parte de un programador hace varios años. Mi sensación es que en los diez años que llevo dando conciertos en general ha disminuido cierto tipo de comentarios o, al menos, quién los hace los hará con mucha más discreción ya que ya no se permiten o se consideran más “políticamente incorrectos”. Sí he podido escuchar por parte de músicos hombres que si yo y otra compañera ofrecíamos más conciertos que ellos era porque éramos guapas, como si el físico de una mujer fuese primordial y superara además nuestros conocimientos musicales. Hablar de nuestro físico era su manera de descalificarnos artísticamente. Es igualmente problemático que en redes sociales los comentarios a un vídeo de ti tocando sean una calificación hacia tu físico en lugar de una calificación a tu trabajo. Esto sucede habitualmente y puede ser sutil e incluso bienintencionado, pero no me gusta: no me subo a un escenario para ser apreciada por mi belleza, sino por mi música. Por otro lado, hay ciertos comentarios, fotos y mensajes que recibimos por redes sociales por parte de hombres que son tremendamente irrespetuosos, violentos y a menudo sexuales, y que yo opto siempre por denunciar pues son una forma de violencia que no debemos aguantar ni dejar pasar.

¿Conserva la industria de la música tics machistas? ¿Queda camino por recorrer en ese sentido?

Por supuesto. Todavía hay muchas labores musicales que siguen ocupando mucho más los hombres que las mujeres, pese a que estadísticamente haya muchas mujeres que se formen en estas profesiones. En el mundo de la clásica, en las especialidades de composición y dirección hay mucho todavía por avanzar. Conozco compositoras de música clásica que han sufrido mucho por actitudes condescendientes y paternalistas por parte de intérpretes o directores de orquesta. Personas que no les permitían ejercer la autoridad que su profesión les obliga a tener, probablemente por una falta de costumbre y porque socialmente todavía está muy grabada la idea de “la mujer complaciente emocional” y “el hombre dominante racional”. Esto en una formación como una orquesta, con toda la jerarquía que implica es complicado de gestionar. La idea de “mujer dulce y complaciente que te canta al oído” la acepta toda la sociedad porque es la idea más histórica de la mujer en la música, pero la de “mujer intelectual que compone y que dirige una orquesta, y que por tanto, no es complaciente ya que parte de su trabajo es ser crítica y decirle a los intérpretes lo que hacen mal”… eso la sociedad lo lleva peor, y creo que es extensible casi a cualquier profesión. Por otro lado, personalmente me apena mucho la cosificación y la hipersexualización de muchas mujeres músicas, algo que estaba muy presente en la música más comercial y popular, pero que también se empieza a percibir en la industria de la música clásica.

¿Cómo contempla la eclosión de una generación de artistas aragonesas como usted misma y Elem, Begut, Erin Memento, Vicky Lafuente...?

Curiosamente todas las músicas que nombra son cantantes, y esto enlaza con mi idea anterior: en el mundo del canto hay más “igualdad” ya que mujeres y hombres tenemos tesituras vocales distintas por lo que “tocamos instrumentos distintos” y por tanto, hay más lugar para la voz femenina. Sin embargo, todavía cuesta ver mujeres técnicas de sonido o tocando ciertos instrumentos como la batería, guitarra, etc. Se ve pero es todavía una minoría. Respondiendo a tu pregunta: realmente me parece natural que quién tenga talento, trabaje y se esfuerce llegue a eclosionar, sea mujer u hombre. Creo que hay ciertas leyes naturales del mundo que por suerte, pueden ser más fuertes que el machismo y la misoginia de nuestra sociedad.

¿Ha habido algún referente musical femenino que le haya inspirado?

Sí, aunque igualmente masculinos. Personalmente creo también que es un error que las mujeres nos identifiquemos solo con mujeres y los hombres solo con hombres porque creamos una división real y perceptible. Yo no veo sexos, veo artistas independientemente de su género y creo que mis compañeras y compañeros músicos también. Si separamos a las referentes femeninas de los masculinos de nuevo creamos una división y una categoría “femenina” y esto es algo contra lo que creo hay que luchar. Sí veo un problema real, por ejemplo, en la ausencia de referentes femeninos históricos, precisamente consecuencia de la visión que acabo de criticar. Por esto creé en 2022 el FEMMAZ, Festival de Mujeres en la Música Antigua de Zaragoza, con el objetivo de generar igualdad en este ámbito y dar a conocer a todas las mujeres de la historia de la música que no se estudian en las carreras oficiales universitarias ni de conservatorio. Mujeres referentes para mí: vocalmente a Elis Regina, Lalá, Silvana Estrada, Pascuala Ilabaca o Silvia Pérez Cruz; en el mundo de la viola da gamba a Lucile Boulanger o a Johanna Rose, de otros géneros: Dom La Nena o fabulosas gallegas como “Caamaño & Ameixeiras” o “Aliboria”; y compositoras históricas: Anne Rochette (Nantes, 1739), Francesca Caccini (1687, Florencia) o Hildegard Von Bingen (1098, Alemania).

¿Cree que las nuevas generaciones son cada vez más directas y sinceras cuando desean verter sentimientos, recuerdos, vivencias o emociones, como por ejemplo el último disco de Zahara?

Sí, supongo que poco a poco ha cambiado la mirada. En los 90 y 2000 en ciertos géneros muchas cantantes cantaban para el hombre y para complacer la mirada masculina, por supuesto además estaban cosificadas. Hoy día empezamos a buscar expresar desde nuestra mirada propia y esto es lo poderoso: poder expresar acerca de nuestra sexualidad, nuestras emociones o nuestra experiencia no para el público masculino sino para un público femenino o para el público, en general. Esto es fantástico, pues creo que se vuelve a enlazar con mi idea esencial, que es ser vista como una artista y no como “una mujer artista que hace arte para complacerme y alegrarme la vista”. Nosotras, artistas, somos quienes nos complacemos a nosotras mismas haciendo música y haciendo arte, y esa mirada masculina, que por supuesto todavía perdura, nos es indiferente y tenemos presente que llegará el día en el que muera.

¿Qué opina de las críticas que indican que en ocasiones las canciones del reguetón cosifican a la mujer?

Los hechos son los hechos, es algo innegable. En cualquier caso, no escucho reguetón. Me puede llegar en ocasiones en algún lugar público y enseguida huyo. Hay que tener higiene auditiva para hacer buena música.

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